177 millones de dólares menos

El Gobierno pudo frenar al dólar libre, pero no evitó la sangría de las arcas del BCRA. Los operativos en la zona norte, incluido San Isidro, no fueron la causa de la baja de la divisa norteamericana. Que una «cueva» mueva 2 millones de dólares por mes es una suma irrisoria frente a la avidez de divisas.

Los esfuerzos del Gobierno tienen escasas recompensa, sólo consiguen que el dólar no aumente; cada vez que la divisa llega a 14,60 pesos rebota. Esta vez cerró con una leve baja a 14,73 pesos.

El mercado está alimentado por los vendedores que compran los dólares en los bancos a 11,53 pesos aprovechando la «generosidad» de la AFIP que declara «consistentes» la mayoría de las solicitudes, Una buena parte de los compradores, apenas se hace de los dólares, busca una «cueva» para revendérselos. El gobierno sin quererlo se ha convertido en el principal proveedor de los dólares del mercado que ha declarado ilegal.

En la plaza de «contado con liquidación», el camino es el opuesto. Ahora es la AFIP la que va a revisar cada operación. Este endurecimiento alejó a todos los empresarios y operadores que han dejado de comprar -utilizando pesos- acciones y bonos que luego colocan en dólares en el exterior.

El «contado con liqui», como lo llaman en la jerga, es el mercado que se utiliza para abastecer de insumos a las empresas, entre otros servicios. Suple las divisas que el cepo mantiene encerradas. Por eso, en Tierra del Fuego han alertado por los despidos en las armadurías de electrónicos. Hay industrias que van a padecer esta prohibición. Los gremios se han aliado con la patronal porque se avecina un período de desabastecimiento de materias primas importadas.

Por eso no se entiende el discurso de Axel Kicillof en la reunión del FMI, de que va a aumentar el gasto público para que crezca el consumo. «Todos los billetes que inyecte el ministro de Economía van a ir a inflación y dólares», presagió un operador pesimista.

En el Forex-MAE, la principal plaza mayorista de cambios, el monto de negocios se elevó a 101 millones de dólares, pero los exportadores siguieron ausentes. A pesar de la escasez de operaciones, la mesa de dinero del Banco Central alcanzó a comprar 20 millones de dólares.