Teletrabajo: la OIT destacó el derecho a la desconexión de la regulación argentina
El teletrabajo se convirtió en una de las normas de esta época de pandemia y marcó un camino a seguir para el futuro del empleo. La Argentina avanzó con la regulación del trabajo remoto y la inclusión del derecho a la desconexión sobresale. Se trata de una medida destacada no sólo en el país sino también en el mundo, en este caso por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que reconoció los beneficios de la modalidad «homeoffice», pero alertó sobre los problemas psicológicos o de estrés que puede generar.
Carmen Bueno, Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo, Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, explicó que el teletrabajo puede ayudar en materia de seguridad y salud laboral con la reducción de accidentes de trabajo pero alertó por enfermedades vinculadas a la salud mental, algo que la pandemia tendió a agudizar. Los problemas psicológicos se pueden identificar, e incluso anticipar, porque «la pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio no produjeron el teletrabajo. Esta modalidad de organización del trabajo tiene ya muchos años, pero se extendió mayormente desde la década del 90», explicaron desde el Observatorio Latinoamericano y Caribeño, aunque reconocieron que el aislamiento social lo expandió de forma acelerada y masiva.
En octubre del año pasado la OIT realizó un foro que reunió a representantes de gobiernos, de empleadores y de trabajadores de todo el mundo para pensar esta temática. Según detallaron en un documento de consenso, la modalidad puede traer beneficios sociales y laborales que «van desde desplazamientos más breves, menores gastos personales relacionados con el trabajo y un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral, que incluyen una mayor capacidad de conciliar las responsabilidades profesionales y de cuidado además de un mayor número de oportunidades de trabajo”.
Además, remarcaron: «Los empleadores pueden beneficiarse de un aumento de la productividad, menores gastos generales, y del acceso a una fuerza de trabajo más amplia, diversa, motivada y capacitada. Para los gobiernos, el teletrabajo podría ser una estrategia para hacer frente a los problemas medioambientales y de congestión urbana, y para promover oportunidades de trabajo incluyentes para todos”. Sin embargo, advirtieron por problemas relacionados con la ciberseguridad, privacidad y exposición a información confidencial además de problemas psicosociales en los trabajadores a causa del aislamiento y la dificultad de establecer límites entre la vida laboral y familiar.