Apología al terrorismo en las redes sociales

Los detenidos están acusados de “enaltecimiento del terrorismo” y de insultar a las víctimas del terrorismo en las redes sociales, principalmente en Facebook y Twitter.

Además, dos menores de edad fueron imputados por los mismos hechos aunque quedaron en libertad, se indicó en un comunicado.
Los arrestos se llevaron a cabo en el marco de la “Operación araña”, que en su primera fase, desarrollada en abril, se saldó con la detención de una veintena de personas.

En los últimos meses, la Guardia Civil detectó un destacado número de “perfiles” en las redes sociales desde los que se difundía de manera continuada numerosos contenidos apologéticos de ETA y otras organizaciones como Al Qaeda y GRAPO, así como contenidos que humillaban directamente a las víctimas de estas organizaciones.

Entre las frases que motivaron los arrestos figuran comentarios que insultan al concejal del Partido Popular (PP) Miguel Angel Blanco, asesinado por ETA, y mensajes que piden “bombas lapa” contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, el ex líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, o la dirigente conservadora Esperanza Aguirre.

“Alguien que apoya la tortura no merece el mínimo de respeto. Miguel Angel Blanco hijo de puta”, dice uno de los comentarios difundidos por un detenido, según medios españoles.

Los contenidos son de acceso totalmente público y a raíz de la investigación se consiguió identificar a sus autores, que se encontraban en distintos puntos de España como el País Vasco, Navarra, Madrid, Cataluña, Castilla y León y Castilla La Mancha.

Los mensajes y comentarios en perfiles públicos con numerosos seguidores, van desde el deseo a que ETA vuelva a cometer atentados, hasta alabanzas a atentados ya cometidos, así como enaltecimiento a los actos y bienvenidas a presos de la organización separatista que fueron liberados.

Además, figuran comentarios que señalan a determinadas personas como blancos de ataque de ETA y “referencias humillantes a los daños físicos sufridos” por sus víctimas. Para evitar que los arrestados aleguen un uso fraudulento de sus perfiles, la policía incautó los dispositivos móviles desde los que habrían podido actuar.