Brasil busca equilibrar el déficit fiscal

Los pronósticos acerca de que Brasil terminará este año con una contracción económica del 1,20%, la peor desde 1990, y con una inflación del 8,31%, también la mayor desde 2003, informados hoy por el Banco Central, llevaron a su Gobierno a prever un ajuste fiscal que incluye un recorte de gastos que rondará los 23.300 millones de dólares este año, además de un aumento de impuestos para equilibrar sus cuentas.

Estas dos medidas fueron discutidas durante cuatro horas, hasta la noche del domingo por la presidenta Dilma Rousseff, sus ministros de Hacienda, Joaquim Levy; y de Planificación, Nelson Barbosa; así como el jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Aloizio Mercadante, publicó hoy el diario «Folha de Sao Paulo»,

El equipo económico -según el diario- evalúa que «no hay mucho espacio para que el recorte quede por debajo» de los 70.000 millones de reales (unos 23.300 millones de dólares).

La reducción de gastos prevista estaría «muy cercana a la necesaria» para garantizar el cumplimiento de la meta de superávit primario estimada para este año por el gobierno, que tiene una meta fiscal de 1,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

La decisión final sobre el valor del reajuste será tomada por la presidenta, pero antes de hacerlo el asunto será discutido hoy con líderes de partidos aliados, en una reunión que será comandada por el vicepresidente y coordinador político del gobierno, Michel Temer, publicó la agencia de noticias DPA.

Parte del equipo de gobierno que no integra el ala económica pretende que el recorte de gastos no supere los 60.000 millones de reales, para evitar que el gobierno federal quede virtualmente paralizado. Por su parte, el equipo económico aspira a un recorte de casi 80.000 millones de reales, para compensar lo que se dejará de ahorrar por causa de alteraciones realizadas por el Congreso a medidas incluidas en el ajuste fiscal vinculadas con derechos laborales y jubilatorios.

De hecho, los cambios impulsados por el Legislativo a las primeras medidas del ajuste propuestas por Levy ya redujeron el ahorro previsto en 4.000 millones de reales.

Según el diario «O Estado de Sao Paulo», el ministro Levy propuso que los tributos sean elevados por decreto presidencial, tal como se hizo a principios de año con impuestos sobre el crédito al consumidor y los combustibles, entre otros, con el objetivo de garantizar el superávit deseado y frenar el riesgo de que se rebaje la nota de crédito de Brasil.

Para ello, Levy propone incrementar el Impuesto sobre Operaciones Financieras y los tributos PIS y Confins, que gravan, respectivamente, programas de integración social y de patrimonio de los funcionarios públicos, y de la seguridad social.

Esta mañana, se conocieron los nuevos pronósticos sobre la economía e inflación de Brasil publicados por el Banco Central a través de su Boletín Focus, con resultados que superan a los vaticinios de la encuesta realizada la pasada semana entre un centenar de analistas de bancos y financieras.

Esos expertos elevaron su previsión para la inflación en 2015 desde el 8,29% calculado hace una semana, hasta el 8,31% previsto en el sondeo divulgado hoy por el emisor. De confirmarse el nuevo pronóstico, la inflación de este año será la mayor en los últimos doce años y se aproximará al 9,3 % registrado en 2003.

Por otra parte, esta previsión supera por más de dos puntos porcentuales el techo máximo admitido por el Gobierno, que fijó una meta de inflación en el país del 4,5% anual, con un margen de tolerancia de dos puntos porcentuales, lo que permite que el índice llegue a un máximo del 6,5%.