California ya vende marihuana para consumo recreativo

El estado más poblado y rico de Estados Unidos autorizó la venta de cannabis en 90 negocios y las colas no tardaron en hacerse esperar. Uruguay fue pionero en este tipo de ventas.

Desde el 1 de enero de 2018, numerosas personas hicieron fila desde muy temprano en California, Estados Unidos, para comprar marihuana con propósitos recreativos, por primera vez y en forma legal.

La esperada despenalización llegó con el Año Nuevo casi dos décadas después de que el estado fuera el primero en autorizarla con fines terapéuticos.

Jeff Deakin, de 66 años; su esposa, Mary, y su perro esperaron toda la noche y fueron los primeros de una fila de 100 personas cuando el dispensario Harborside, en Oakland, que vende marihuana con fines medicinales desde hace mucho tiempo, abrió a las 6 y ofreció a los clientes iniciales porros a un centavo de dólar y camisetas gratis que decían «Flores para la gente, Cannabis para todos».

«Ha pasado mucho tiempo desde que otros y yo mismo podíamos ir a un lugar donde sentirnos seguros y tranquilos y conseguir algo bueno sin tener que ir al callejón de atrás -declaró Deakin-. Esto es grandioso para todos».

De esta forma, California se sumó a otros estados y  la capital, Washington en la tendencia mundial que va hacia la legalización del consumo de marihuana, no solo con fines terapéuticos sino también recreativos.

Los electores en California legalizaron en 2016 el cultivo, la posesión y el consumo limitado de marihuana entre adultos de 21 años o más, pero estaba prohibido venderla con propósitos recreativos, lo que cambió a partir de ayer.

Aunque por el momento son solo 90 los negocios que cuentan con la autorización estatal para expedir marihuana. Tiendas concentradas en San Diego, Santa Cruz, la zona de la bahía de San Francisco y la zona de Palm Springs.

En 2016, California produjo unas 6500 toneladas de marihuana, y el 80% fue enviado ilegalmente al exterior del estado. Del 20% restante, sólo una cuarta parte fue vendida legalmente para fines medicinales.

Si bien muchos ven la medida como un golpe al narcotráfico y el mercado ilegal, los impuestos y tarifas elevan hasta en un 70% el costo minorista de la marihuana lo que harán que el mercado negro no termine de desaparecer.