Central no supo empatarlo y Palmeiras lo liquidó en el cierre

En desventaja, el Canalla inclinó la cancha en el complemento y generó al menos media docena de chances claras. Incluso Marco Ruben lo tuvo desde los 12 pasos, pero el arquero se lo atajó. Y en el final, Allione sentenció de contra.

Con una sensanción de plena injusticia se vuelve Rosario Central de Brasil, donde este jueves afrontó su primer partido de visitante en la Copa Libertadores en condiciones adversas. Lo hizo brindando una dosis de su buen fútbol en el segundo tiempo, pero aunque mereció al menos el empate, se quedó con las manos vacías al caer por 2 a 0 con Palmeiras.

Bajo un diluvio, sobre una cancha complicadísima, el equipo de Eduardo Coudet  quedó en desventaja en el marcador desde los 24 minutos del primer tiempo por el gol de Cristaldo.

Pero el Canalla volcó las acciones en el complemento y comenzó a generar varias situaciones de riesgo. Incluso dispuso de un penal, a los 15 minutos, pero el arquero Fernando Prass le detuvo el remate a Marco Ruben.

Lejos de bajonearse, Central volvió a la carga. Advirtió que bajo la conducción de Cervi podía abrir espacios en una defensa endeble y allí fue.

El propio Ruben, máximo artillero del fútbol argentino en 2015, tuvo otra inmejorable ocasión a los 28, incluso tan clara como la del penal, cuando entró solo al área y quedó mano a mano con Prass tras un gran pase en cortada de Cervi. Pero picó la pelota por encima del arquero, y el balón fue a descansar en el techo del arco.

AP

Dos minutos más tarde, fue Cervi el que intentó, con un zurdazo desde fuera del área que pasó cerca del palo derecho; y poco antes había sido el recién ingresado Lo Celso quien inquietó al elenco brasileño.

Todo era de Central. Ya no llovía pero la marea amarilla ahogaba a los brasileños dentro del campo de juego y silenciaba a los de la tribuna. El empate debía llegar, era solo cuestión de tiempo.

Pero no supo concretarlo Central. Y cuando se consumían los 4 minutos agregados, Palmeiras lo agarró desarmado atrás en una réplica, y el argentino Agustín Allione no perdonó. El 2-0 sentenció el partido.