Colombia aplica la eutanasia

Colombia se convirtió en el primer país de América Latina en poner en práctica la eutanasia. Se trató de un paciente de 79 años que padecía un cáncer de boca terminal.

Ovidio González había sido diagnosticado hace cinco años y el avance implacable de la enfermedad le había desfigurado el rostro y provocaba dolores constantes, por lo que pidió a sus hijos que lo ayudaran a morir.

Según consignó Tiempo Argentino, fue en abril -cuando entró en vigencia el protocolo del Ministerio de Salud colombiano para aplicar la eutanasia- que su familia comenzó el trámite que estipula la reglamentación. Según el protocolo, al enfermo que cumple con los requisitos para la muerte asistida se le aplica una potente sedación.

«El caso era indudablemente terminal porque era incurable con la tecnología que existe hoy en día, progresivo, incapacitante y deteriorante. Le causaba sufrimiento al paciente, era definitivamente terminal», aseguró Carmenza Ochoa, directora de la Fundación por el Derecho a Morir Dignamente.

Uno de los requisitos para solicitar la eutanasia es el consentimiento del paciente por medio de una autorización. El paciente manifestó: «Señores Oncólogos de Occidente S.A. Yo, José Ovidio González Correa, con 79 años de edad, en uso pleno de mis facultades mentales y de manera libre y voluntaria, manifiesto mi intención de que se me realice la eutanasia. La anterior solicitud la hago bajo la gravedad de juramento, con la convicción libre y absoluta del ejercicio de mi derecho fundamental a morir dignamente.»

Tras conocer la muerte de González, la diócesis católica de la ciudad de Pereira emitió un comunicado donde señaló que poner fin a la vida de las personas «disminuidas, enfermas o moribundas, es moralmente inaceptable» y un «acto homicida».

Uno de los hijos del paciente es Julio César González, un reconocido caricaturista de la revista Semana que usa el pseudónimo de «Matador». En los últimos días había publicado viñetas en las que reflejaba el dolor de su familia ante la negativa inicial de la clínica para cumplir el deseo de su padre. «Estoy de acuerdo con la decisión de mi padre. Él venía llorando un dolor al que quería ponerle fin, y eso hay que respetarlo. Creo que se está logrando una lucha y abriendo un camino para otras personas que pueden estar en la misma situación.» Además, a través de su cuenta de Twitter y bajo el eslogan «por el derecho a morir dignamente», dibujó a su padre abrazado a una representación de la muerte con la frase «a descansar don Ovidio».

En la Argentina, la eutanasia está prohibida, pero en mayo de 2012 se aprobó la Ley de Muerte Digna (Nº26.742). La norma protege la autonomía de voluntad del paciente terminal al permitir el rechazo a tratamientos, procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o pedir el retiro de medidas de soporte vital (alimentación, hidratación) que no sirvan para mejorar su estado de salud y su único efecto sea la prolongación en el tiempo del estado terminal, irreversible o incurable. Se diferencia con el procedimiento de la eutanasia ya que no se trata de la aplicación de sedantes para adelantar el deceso.

Contempla la posibilidad de que «toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivas anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o paliativos, y decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo, salvo las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que se tendrán como inexistentes».

La ley también establece que si el enfermo no estuviera en condiciones de tomar esa decisión podrán hacerlo sus familiares o su representante legal.

En otros países de la región la eutanasia tampoco está permitida. En Brasil, el Consejo Federal de Medicina permite la ortotanasia que permite la suspensión del tratamiento o retirada de los equipos que mantengan los órganos en funcionamiento de un paciente desahuciado. En Perú, no está permitida la eutanasia, pero el congresista Roberto Angulo, del grupo parlamentario Dignidad y Democracia, presentó en marzo pasado un proyecto de ley que despenaliza el homicidio piadoso y declara de necesidad pública la implementación de la eutanasia, sin que se haya votado hasta el momento. En México, una reforma a la Ley General de Salud de 2008 permite lo mismo que en la Argentina y Brasil.

HAWKING

Stephen Hawking, uno de los físicos más importantes del último siglo, aseguró a la cadena BBC que «consideraría el suicidio asistido sólo si padeciese un gran dolor, si sintiese que no tengo nada más que aportar o si fuese una carga para aquellos que me rodean». No es la primera vez que el físico se manifiesta a favor del suicidio asistido.