Cómo murió Marilyn Monroe

El libro de los periodistas estadounidenses Richard Buskin y Jay Margolis será publicado el 3 de junio. Relatan un triángulo amoroso con los hermanos Kennedy y la maniobra de los médicos para aparentar un suicidio.

Los periodistas estadounidenses Richard Buskin y Jay Margolis afirmaron que la modelo Marilyn Monroe fue asesinada y detallaron las maniobras para aparentar un suicidio.

Los autores del libro Marilyn Monroe: A case for Murder, que será publicado el próximo 3 de junio, descartan la explicación oficial que indica que una de las mujeres más bellas y polémicas del siglo pasado murió a causa de una sobredosis de fármacos.

Por el contrario, sostienen que la actriz fue asesinada y que la orden partió de Robert Kennedy, el influyente hermano de John F. Kennedy por entonces presidente de los Estados Unidos.

Los autores explican que la actriz discutió con el funcionario e intentó acuchillarlo en un ataque de histeria.

Tras ello, amenazó con convocar una conferencia de prensa para revelar el triángulo amoroso que mantenía con los hermanos, circunstancia que podría haber acabado con la carrera política, la familia y con la reputación del presidente y su hermano.

Según Buskin «Bobby (Robert Kennedy) con la ayuda de su cuñado, el actor Peter Lawford, ordenó al psiquiatra de Marilyn, Ralph Greenson, administrarle una inyección letal antes de orquestar un plan para hacer creer que había sido un suicidio».

Pero en el libro, los periodistas califican como “un desastre” al accionar de Greenson: miembros del servicio de Urgencias de Los Ángeles de ese entonces dijeron que Marilyn tenía una costilla rota, producto de la torpeza del médico, que no supo administrar bien la inyección letal.

“Greenson extrajo un líquido de una botella que tenía una tapa de goma y llenó la jeringa. Tanteó por entre las costillas como un aficionado. Entonces empujó la jeringa en el pecho de ella. Pero no lo hizo bien. Quedó clavada en el hueso, en una costilla. En vez de intentarlo de nuevo, empujó, con su cara en tensión por el esfuerzo físico de empujar. Empujó muy fuerte hasta que la aguja traspasó la costilla, con un chasquido cuando se rompió el hueso», relataron.

En el libro, Buskin y Margolis explican su teoría sobre cómo pudo ser que ninguna de las maniobras y la mala praxis en la escena de la muerte de Marilyn no aparecieran en la autopsia «oficial». Y recoge un testimonio de 1985 de la ex ama de llaves de la rubia (Eunice Miller, para la BBC) donde contaba -sin saber que estaba siendo grabada- que cuando llegaron los servicios de emergencia de Los Ángeles, su jefa estaba aún con vida.