Compartir tareas… ¿ayuda a la pareja?

En las relaciones fieles, la esposa cuyo marido está implicado en las tareas domésticas, tiene menos sexo también, agregaron los autores del informe, sociólogos prestigiosos de ambos países.
Este nuevo estudio contradice todos los anteriores, que tienden a implicar que los hombres casados suelen tener más relaciones sexuales a cambio de realizar las tareas domésticas. Sin embargo, estos estudios no tienen en cuenta las tareas que los esposos hicieron.
Los investigadores, afirmaron que su estudio demuestra que el sexo no es una moneda de cambio en el matrimonio. Más bien, está asociado con los tipos de tareas que cada uno de sus miembros acomete.
Las parejas casadas reportaron mayor frecuencia sexual si las mujeres hacían la cocina, la limpieza y las compras y los hombres hacían la jardinería, electricidad y plomería, mantenimiento del auto y pagar las cuentas.
La doctora Julie Brines, profesora de sociología en la Universidad de Washington, y miembro del equipo de estudiosos norteamericano dijo: «Los resultados muestran que el género todavía organiza un poco de la vida cotidiana en el matrimonio. En particular, parece que las identidades de género «maridos y esposas», al expresarse a través de las tareas que se estructuran también ayudan al comportamiento sexual.»
El autor principal, Sabino Kornrich, advirtió que los hombres no deben asumir a partir de estos hallazgos la excusa para que no se involucren en las tareas domésticas tradicionalmente femeninas, tales como ir de compras, limpiar o cocinar. «Los hombres que se niegan a ayudar en la casa podría aumentar los conflictos en su matrimonio y una menor satisfacción marital de sus esposas».
Los investigadores recopilaron y analizaron los datos de una encuesta nacional de aproximadamente 4.500 parejas heterosexuales casadas en los EE.UU. que participaron en la Encuesta Nacional de Familias y Hogares. Esta encuesta fue la más grande hasta hoy para medir la frecuencia sexual entre las parejas casadas, incluidos los datos de 1992 a 1994.
Brines no cree que la división de las tareas del hogar que en este estudio no incluyen cuidado de niños y el sexo hayan cambiado mucho desde 1994.
Según el estudio, los maridos y las esposas gastaron un promedio de 34 horas a la semana a las tareas tradicionalmente femeninas. La edad promedio de los hombres fue de 46, en tanto que fue de 44 en las mujeres. Las mujeres pasan un extra de 17 horas cada semana en «trabajo de hombres».