Francisco y el celibato

as insinuaciones del papa Francisco sobre una posible apertura del tema del casamiento de los sacerdotes siembran confusión no sólo en el Vaticano, sino también entre reformistas y conservadores católicos por igual.

Por segunda vez en tres meses, Francisco habló de cambios en la tradición del celibato sacerdotal, aunque nunca dio precisiones sobre la forma exacta que adoptaría la reforma.

Durante su vuelo de regreso de Medio Oriente, Francisco señaló que ya había curas casados en las iglesias Greco-Católica Ucraniana y Católica Copta.

«La puerta está siempre abierta, pero no está en el orden del día actualmente», dijo el pontífice argentino.

Sin embargo, la cuestión sí es una prioridad para decenas de grupos que han surgido en apoyo de esa reforma, muchos de ellos integrados por hombres que ya dejaron el sacerdocio para poder casarse.

La Federación Europea de Sacerdotes Católicos Casados estima que a lo largo de los años se casaron más de 100.000 ex sacerdotes católicos, una cifra que ronda el 25 por ciento de la totalidad de los curas actuales.

A principios de este año, 26 mujeres que dijeron estar enamoradas de sacerdotes italianos le escribieron una carta al Papa en la que le pidieron una audiencia en el Vaticano y hablaron del «sufrimiento» de verse obligadas a llevar una vida en secreto.

El experto vaticano Andrea Tornielli dijo en ese momento que Francisco siempre fue sensible al tema, desde sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires, donde tenía un estrecho vínculo con monseñor Jerónimo Podestá, el obispo argentino que renunció al sacerdocio por amor.

Los comentarios del Papa durante este fin de semana cayeron como una bomba cuando el diario La Repubblica publicó una entrevista en la que el Pontífice dijo sobre el tema: «Hay soluciones, y las voy a encontrar».

Los comentarios fueron inmediatamente refutados por el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, quien dijo que el entrevistador -el fundador del diario, Eugenio Scalfari, de 90 años- no había citado las palabras exactas del Papa.

«No se trata de una entrevista en el sentido normal de la palabra», dijo Lombardi sobre la conversación personal entre Francisco y Scalfari, y hasta acusó al periódico de manipular con inexactitudes a los «ingenuos lectores».

Es la segunda vez que una entrevista del Papa con Scalfari hace sonar la alerta en el Vaticano, lo que hace preguntarse si Francisco no usará esas conversaciones para sortear los mecanismos tradicionales de comunicación que tiene el Vaticano.

El padre Papas Jani Pecoraro, sacerdote casado y radicado en Italia de la Iglesia Católica Bizantina Griega, que responde a la autoridad del Vaticano, celebró los comentarios supuestamente vertidos por Francisco.

Entrevistado por La Repubblica, Pecoraro dijo: «El tema no sólo cambiaría las relaciones entre la Iglesia Católica y los laicos, sino también con las otras iglesias».

«Hay que leer los signos de los tiempos, y no hay dudas de que la sociedad actual plantea problemáticas que un sacerdote casado está en muchas mejores condiciones de enfrentar», señaló.

Un experto vaticano que habló bajo condición de anonimato dijo que en líneas generales Francisco era visto como «un pontífice abierto». «Su llegada ha llenado de esperanza al progresismo de la Iglesia», aseguró.

Pero una fuente vaticana dijo que señalar, meramente, que el celibato sacerdotal no es un dogma «no fue un gran descubrimiento», y pidió especial cautela para no sacar conclusiones sobre los comentarios del Papa. La misma fuente dijo: «Se han abordado algunos temas, lo que no implica que eso contenga un mensaje».

En la entrevista concedida a La Repubblica, Francisco señaló que el celibato sacerdotal recién fue impuesto en el siglo X, novecientos años después de la muerte de Jesucristo.

«El Papa es sensible al tema», dijo el experto vaticano, aunque muchos observadores se preguntan qué clase de «soluciones» puede tener en mente el Papa, y son pocos los que esperan grandes cambios en lo inmediato.

Traducción de Jaime Arrambide.