Diez años del primer «Bailando por un sueño»: ¿cómo lo recuerdan sus protagonistas?

Carmen Barbieri, ganadora del certamen; Jorge Lafauci, jurado y Mariela Anchipi, coach, contaron a Teleshow cómo fue la edición número uno del segmento de ShowMatch conducido por Marcelo Tinelli.
En el 2006, de la mano de Marcelo Tinelli, con sólo ocho participantes y una edición semanal, comenzaba Bailando por un sueño por El Trece. El formato importado desde México pronto sobresalió y pasó a ocupar un lugar central en ShowMatch. En diálogo con Teleshow, los protagonistas de la primera edición del reality contaron cómo lo vivieron, a diez años de su debut.

El certamen arrancó como un segmento del ciclo de Ideas del Sur, que se emitía sólo los lunes. En la primera edición participaron Carmen Barbieri (ganadora), Dady Brieva (finalista), Jesica Cirio, Miguel Ángel Cherutti (semifinalistas), Dalma Maradona, Guillermo Novellis, Pamela David y Jorge Martínez (primer eliminado). Mientras que el jurado estaba compuesto por Jorge Lafauci, que ocupaba el rol del «severo», Reina Reech, Laura Fidalgo y Zulma Faiad.

«Vamos a arrancar con este formato de baile que ha hecho estragos de audiencia en todo el mundo», presentó en el 2006 Marcelo Tinelli la primera emisión del segmento y cumplió su palabra, ya que el programa fue lo más visto de los últimos tiempos en la televisión argentina.

Durante sus diez años, el concurso fue mutando. Hubo épocas en las que prácticamente no había previas y los participantes entraban sólo a bailar; años en los que la protagonista fue la pelea; momentos donde los bailes calientes y las chicas lindas se llevaban todas las miradas y temporadas en los que el humor copaba todo.

La pista siempre se caracterizó por ser un espacio heterogéneo, donde actores, cantantes, deportistas, modelos, periodistas, mediáticos, personajes desconocidos y hasta abogados tuvieron su lugar para bailar y hacer su show.

Carmen Barbieri, la primera ganadora

Participante en el Bailando 1 (2006), 4 (2007) y 10 (2015) y jurado en las ediciones 2 (2006), 5 (2008) y 8 (2012)

«Cuando me convocaron me pareció bárbaro, lo quiero mucho a Tinelli y estoy muy agradecida. Compartí muchos años con ellos y tengo los mejores recuerdos», dijo la actriz a Teleshow, quien considera queShowMatch es «el mejor show».

«Aunque yo ya era Carmen Barbieri, el programa me dio popularidad. Para mí no, pero reconozco que para muchos personajes el programa marca un antes y un después», agregó. Ella tiene una particularidad, además de participante fue jurado y su hijo Fede Bal, también fue campeón del concurso.

Durante la década del Bailando, Carmen y su familia estuvieron varias veces expuestos, ya que «es un reality«, según ella misma reconoció: «Fue todo hermoso, fueron momentos muy lindos y los malos o tristes pasaron, pero los tengo guardados».

Aunque debido a cuestiones laborales no tiene mucho tiempo, trata de mirar el programa, sobre todo cuando baila Fede. Al ser consultada sobre si regresaría al certamen, dijo que como bailarina no y que como jurado, tendría que verlo en el momento.

Jorge Lafauci, el primer jurado «malo»

Jurado en las ediciones 1 al 5 (del 2006 al 2008)

«En ese entonces tenía muy poca experiencia en televisión, no sabía bien cómo sería el asunto, pero me dijo Tinelli que iba a haber cuatro jurados y que quería que yo fuera el más serio o duro, porque las demás iban a ser condescendientes con los participantes», recordó Lafauci.

Para aceptar el desafío que le planteó el conductor, tuvo que armar un personaje:»Dije ‘voy a ser un profesor duro’. El primer día fui tan duro con las notas que los productores se asustaron y me pidieron que aflojara, porque nadie iba a querer participar sino. Al rato vino Tinelli y dijo que los teléfonos explotaron, que siguiera así».

El periodista se caracterizó por poner puntajes bajos (rara vez llegaba a cinco) , en contraste con las buenas notas que daban sus compañeras Fidalgo, Reech y Faiad. Además, estudiaba cada género musical y comparaba a los participantes con grandes figuras de antes y en una época utilizaba en complicidad con el conductor, palabras y expresiones antiguas.

Uno de los peores momentos para él en el certamen fue cuando Sabrina Sabrok, una extranjera famosa por ser la mujer con los pechos más grandes, lo escupió en vivo, por unas palabras que él había dicho sobre México. A pesar de eso, los recuerdos son buenos: «Me dio una popularidad que nunca había tenido y que no podía creer. Era raro siendo periodista ser reporteado».

Sobre la historia del programa, recordó la pelea entre Laura Fidalgo (jurado) y Flor de la V (participante), como el primer gran escándalo delBailando y como un quiebre para lo que serían futuras discusiones y previas.

«Son diez años con éxito, con vaivenes, hay muy pocos programas con estructuras que se mantienen. Siempre hay que buscar nuevas cosas porque sino cae, tienen que buscar personajes interesantes, a veces el prestigio, otras veces lo mediático, lo bizarro, es todo una mezcla, es como un circo romano. Además, lo que tiene de bueno es que entendés lo que ves aunque no llegues hasta el final, es un divertimento», analizó, más bien como periodista y espectador.

Sobre si volvería a ser jurado, no dijo ni que sí ni que no. Aunque en caso de regresar, lo haría con su personaje: «No puedo volverme bueno, es una contradicción. Además, este era un malo simpático al que la gente quería«.

Mariela Anchipi, coach histórica del certamen

Coach desde el 2006 hasta la actualidad (trabajó con Dady Brieva finalista de la primera edición, Luciana Salazar, Hernán Piquín, Noelia Pompa y Favio Posca, ente otros)

«Era bailarina del staff de ShowMatch y empezamos a hacer el casting para convocar bailarines alrededor del país. Yo iba a las escuelas de danza a buscar bailarines. Para el segundo Bailando ya había cuadras de bailarines. El formato empezó siendo solo un día, durante la semana era bailarina y los lunes coach, pero después el segmento fue ganando lugar hasta estar todos los días», recordó «Chipi», sobre lo que ocurría hace una década.

La coach se mostró sorprendida al hacer memoria y ver cómo «el formato fue comiéndose todo«. «En esa época había que preparar dos ritmos y no había otra, se había planteado que tenía que hacerse en tres ensayos. Los famosos no eran bailarines y los bailarines eran amateurs«, dijo sobre el modo de trabajo de esa época.

Para la bailarina, el ciclo marcó un «antes y un después»: «La danza es la hermana boba de las artes porque nunca nos dieron importancia y gracias a esto mostrarnos el sacrificio de un bailarín, como pone el cuerpo, no es una tarea en la que nos den muchos créditos. Pasamos a tener una personalidad y el sindicato de actores cambió mucho la mentalidad con respecto a nosotros. Nos dio entidad como bailarines, ahora la gente mira baile, hay academias, la gente volvió a querer bailar».

Anchipi estará próximamente en la pista como invitada para la salsa de tres con Favio Posca. Sobre si aceptaría estar como participante estable del certamen, dijo que después de la salsa contestaba.