Diputados discute en Comisión el Pago Soberano

La semana parlamentaria volverá a tener como eje central el pago soberano. Con la obtención de la media sanción en el Senado la semana pasada, el proyecto espera por la aprobación definitiva de la Cámara Baja, que el oficialismo buscará obtener en una extensa sesión que comenzará el miércoles por la mañana y culminará seguramente en la madrugada del jueves.

Según Tiempo Argentino, el escenario para el Frente para la Victoria no distará demasiado de lo sucedido en el Senado, ya que a en el momento de la votación –que se prevé por estas horas para la madrugada del jueves– tendrá que valerse sólo de los legisladores propios y sus habituales aliados.

Pese a que el viernes a última hora en los pasillos del Congreso todavía se especulaba sobre la modalidad del tratamiento de la norma, la información oficial señala que se llevará a cabo un reunión plenaria encabezada por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el martes al mediodía, con la finalidad de emitir dictamen y dejar el proyecto de ley en condiciones de ser tratado en una sesión especial que se llevará a cabo el miércoles, también al mediodía.

En este caso, la celeridad impuesta por el oficialismo tiene que ver con factores externos ya que la intención argentina es tener la iniciativa promulgada no sólo antes del próximo vencimiento de la deuda de los bonos reestructurados, el 30 de septiembre, sino también antes de que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se presente en la Asamblea General de Naciones Unida (ONU), el 24 de septiembre.

Si bien la confirmación de que el trabajo parlamentario comenzará el martes a las 12, con un plenario de las comisiones de Presupuesto, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento, las tres en manos del oficialismo, aún no hay certeza sobre si funcionarios del Poder Ejecutivo expondrán ante los legisladores para defender el proyecto, como sucedió en el Senado.

En el FPV, a pesar de lo ajustado de los números, hay tranquilidad ya que no sólo tiene asegurada la presencia de los 129 diputados necesarios para habilitar la sesión, sino que también cuenta con los votos para la aprobación de la norma. Claro que, pese a la seguridad, el oficialismo tomará sus precauciones ya que algunos legisladores opositores, como Claudio Lozano, advirtieron que no bajarán al recinto.

A la hora de sumar voluntades, el contador del oficialismo muestra 118 votos propios y 12 de sus habituales aliados. Son 130 legisladores que a la hora señalada ocuparán su lugar en el recinto, a los que se les pueden sumar los tres representantes del Movimiento Popular Neuquino.

Más allá de que el Frente Renovador es la única fuerza que presentó un proyecto alternativo al del oficialismo para destrabar la situación planteada por el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa, lo cierto es que a la hora del sufragio su supuesta vocación de poder se diluirá en el mar de los votos negativos que brotará de los sectores ocupados por la oposición en el recinto.

La estrategia del FR ante el proyecto del Ejecutivo ya fue dada a conocer en dos conferencias de prensa y volverá a quedar expuesta en el momento del debate en comisión: el massismo busca centralmente diferenciarse del resto de la oposición, dejando de lado cualquier posibilidad de consenso con el oficialismo.

El propio titular del bloque, Darío Giustozzi, anticipó que no se trata de un aporte para buscar una mejor solución sino de un «proyecto integral», por lo cual si el oficialismo quiere los votos del FR tendrá que votar su iniciativa. Una situación que nunca se dará.

El kirchnerismo tomó dos de las modificaciones propuestas por el FR en el Senado: la creación de la Comisión Bicameral para la gestión de la deuda y agregó la jurisdicción francesa como alternativa para los bonistas. Pero eso no alcanzará para lograr que el massismo acompañe, ya que en su «propuesta integral» incluye la creación de un nuevo Indec y la modificación de la Ley de Emergencia Económica. Dos planteos que nada tienen que ver con el conflicto pero que el sirven al massismo como excusa para no acompañar al oficialismo en esta votación.