Djokovic derrotó a Federer y se quedó con el US Open

El serbio Novak Djokovic se consagró campeón por segunda vez del Abierto de tenis de los Estados Unidos, tras derrotar al suizo Roger Federer por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4.

En un partido de alto nivel, el serbio logró prevalecer en tres horas y 20 minutos para conquistar su décimo título de Grand Slam.

El US Open tuvo la tarde del sábado su final soñada. Desde las 17 (hora argentina), Novak Djokovic y Roger Federer, los dos mejores jugadores del planeta, jugaron un mano a mano por el título del último Grand Slam de la temporada, en el capítulo 42 de la máxima rivalidad del tenis moderno.

Al contrario de lo que ocurrió en el torneo femenino, el título masculino del Abierto de Estados Unidos lo definieron el número 1 y el 2 de la preclasificación, los máximos favoritos de la previa y los dos jugadores más dominantes del momento.

Djokovic es el hombre que viene marcando el pulso del circuito al menos durante el último lustro, uno de los mejores de su generación en superficies duras; contra el más grande tenista de todos los tiempos: Roger Federer.

Djokovic atraviesa el mejor año de su carrera, superior incluso a un 2011 que parecía inmejorable. Llegó a las cuatro finales de Grand Slam de la temporada, con títulos en el Abierto de Australia y en Wimbledon. Sólo falló en Roland Garros, que sigue siendo su cuenta pendiente.

Federer está jugando el mejor tenis de su carrera, una sentencia inimaginable para un jugador de 34 años que parecía haber dado ya todo lo que tenía para dar. Pero el suizo se reinventó, como tantas veces, movido por un hambre que a esta altura no puede decirse que sea de gloria: es hambre de inmortalidad.

Ganador ahora de 10 títulos de Grand Slam, el serbio sólo había celebrado una vez en Nueva York, precisamente en 2011, pero tenía un saldo altamente negativo en finales del US Open, ya que perdió 4, pero con este triunfo se consolida como el actual número uno del mundo.

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El de Basilea lidera la tabla histórica de campeones de Grand Slam con 17, cinco de ellos conseguidos en Estados Unidos en forma consecutiva desde 2004 a 2008. No juega la final desde 2009 (cuando cayó ante Juan Martín del Potro). Pero el último título de esta categoría fue en un ya lejano Wimbledon 2012.

Djokovic debió luchar en varios de sus compromisos en Flushing Meadows estas dos semanas, pero salió siempre airoso y hasta tuvo el paso más sencillo en las semifinales, donde vapuleó al campeón del año pasado, un disminuido Marin Cilic.

También fue arrolladora la actuación de Federer en su clasificación a la final, aunque lo suyo estuvo más en sintonía con lo que viene demostrando en todo su paso por el cemento estadounidense. Destrozó a su compatriota Stan Wawrinka, elevando a 11 su racha invicta, que perdió con este partido, y a 28 los sets ganados en forma consecutiva.

Un clásico

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La racha del de Basilea incluyó el título de Cincinnati al vencer en la final precisamente a Djokovic, tres semanas atrás. Fue el enfrentamiento 41 del clásico moderno del tenis y sirvió para que Federer inclinara momentaneamente la balanza a su favor.

El duelo comenzó en 2006 con un par de victorias de Federer sobre un adolescente Djokovic en polvo de ladrillo. El suizo ganaría los primeros cuatro choques pero, desde entonces, ninguno de los dos a logrado imponerse en más de tres partidos consecutivos.

Antes de este partido, en 2015 ya se habían enfrentaron cinco veces, siempre en finales.Federer ganó la prmera (Dubai) y la más reciente (Cincinnati), mientras que Djokovic se quedó con Indian Wells, Roma, Wimbledon y sumó el US Open.