Dolor por la muerte de la pequeña Trinidad Rodríguez

RESTOS HUMANOS CALCINADOS FUERON HALLADOS EN UNA RIPIERA DE LA LOCALIDAD MENDOCINA DE FRAY LUIS BELTRÁN Y, SI BIEN SE NECESITA UNA ANÁLISIS DE ADN, TODO INDICA QUE PERTENECEN A UNA NIÑA DE 8 AÑOS QUE ESTABA DESAPARECIDA.

Restos humanos calcinados fueron hallados en una ripiera de la localidad de Fray Luis Beltrán y, si bien se necesita una análisis de ADN para determinar con precisión su identidad, todo indica que pertenecen a una niña de 8 años que estaba desaparecida desde ayer cuando no llegó a su escuela, informaron fuentes policiales y judiciales.

Por el hecho, tres hermanos quedaron detenidos, uno de ellos con antecedentes por abuso sexual, mientras que los pesquisas trataban hoy de confirmar que se trata de Melanie Trinidad Rodriguez, quien fue vista por última vez ayer cuando salió de su casa para asistir a la escuela Juan Crisóstomo Lafinur, a la que no llegó, informaron directivos del establecimiento.

El pequeño cadáver fue encontrado esta madrugada en un predio donde se extrae ripio para construcciones del barrio San Cayetano, en el departamento de Maipú, a unos 17 kilómetros de la capital provincial.

Según voceros judiciales, el cuerpo fue hallado totalmente calcinado, lo que dificultaba su identificación de manera visual, aunque por el lugar donde fue hallado y el tamaña del cráneo, entre otros indicios, pertenecería a la niña desaparecida.

El director general de la Policía local, Roberto Munives, explicó que el caso «ocurrió en un lugar inhóspito y dejó a todos conmovidos, acongojados».

«Estamos muy conmovidos por este hallazgo. Ahora estamos tratando de dar contención a los familiares y realizamos todas las medidas conducentes al esclarecimiento del crimen» agregó Munives.

La niña cursaba segundo grado en la escuela Lafinur, adonde debió haber asistido ayer. Como no llegaba de regreso a su casa, la mamá llamó al establecimiento y allí le dijeron que no había asistido, por lo que junto a su marido se dirigió a la comisaría local a denunciar su desaparición.
Ante esa situación, la Policía salió en busca de la niña con perros adiestrados y un helicóptero,
Según contó la madre de la víctima, Alejandra Rodríguez, Trinidad se bañó, almorzó y se dirigió a la parada del colectivo ante su atenta mirada hasta que la perdió de vista.

Al final del callejón, a un kilómetro de distancia de la parada del colectivo, la esperaban algunos compañeros de la escuela pero no nunca llegó hasta allí.

Finalmente, los restos calcinados fueron encontrados esta madrugada por uno de los hermanos de la niña desaparecida, dijeron las fuentes policiales y judiciales consultadas.

«Mi hijo la encontró en la ripiera. No sé si la quemaron cuando estaba viva, no sé por qué le hicieron esto», expresó Rodríguez conmocionada, a medios locales.

Por el hecho tres jóvenes de 18, 20 y 24 años quedaron detenidos, y los investigadores dijeron que el mayor tenía un pedido de captura por averiguación de abuso sexual y la causa abierta en relación con el hallazgo del cuerpo calcinado está caratulada «averiguación de muerte».

Esta mañana, la madre de los tres apresados por el caso, llamada Antonia, negó que sus hijos tuvieran algún tipo de relación con lo ocurrido.

“Dos de ellos estaban en mi casa y el otro estaba trabajando en una finca cercana. Además, no conocían a la menor, solo de vista», agregó.

Por otra parte, los vecinos de la zona que se quejan de la creciente inseguridad convocaron a una marcha en la entrada del barrio San Cayetano para pedir el esclarecimiento del hecho.

Los organizadores pidieron que las personas que participen lleven velas y carteles para reclamar por justicia y mayor seguridad en el barrio.

El fiscal a cargo de la investigación, Galdo Andreoni, se presentó en el lugar del hallazgo cerca de las 10 y recorrió la zona, tras lo cual ordenó una serie de peritajes en busca de huellas y datos que permitan identificar el cadáver y reconstruir el hecho para determinar si se trató un homicidio.

Además, tomó declaración a familiares de los tres jóvenes aprehendidos que residen a unos 400 metros de la casa de la víctima.