Ejército iraquí ganó terreno hacia Mosul

Tropas iraquíes y milicianos kurdos avanzaron este martes y ganaron terreno sobre el sur y el este de la ciudad de Mosul, el último bastión urbano del Estado Islámico (EI) en ese país, apoyados por bombardeos aéreos propios y de Estados Unidos, mientras la ONU advirtió sobre una posible «una catástrofe humanitaria».

Las Naciones Unidas no fueron las únicas que expresaron preocupación. Tanto Siria como su principal aliado externo, Rusia, advirtieron sobre una «crisis humanitaria» en ciernes y sobre la «liberación» del frente occidental de Mosul, lo que podría permitir una salida masiva de civiles pero también una fuga de milicianos del EI hacia la vecina Siria.

El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, explicó a la prensa que evitar la fuga de los milicianos del EI a la vecina Siria es una responsabilidad de la coalición internacional que lidera Estados Unidos y controla el espacio aéreo sobre esa zona.

Sin embargo, desde Washington, el presidente Barack Obama sólo se limitó a decir que «Mosul será una batalla difícil y habrá avances y habrá contratiempos».

Desde temprano, aviones iraquíes apoyados por la coalición internacional liderada por Washington y milicias kurdas en el terreno continuaron este martes atacando posiciones del EI en el frente de Jazer, el principal frente de batalla al este de la ciudad, a sólo unos 17 kilómetros de las puertas de Mosul.

La respuesta de los islamistas del EI no se hizo esperar.

Incendiaron un yacimiento petrolífero en las afueras de la ciudad y provocaron una espesa niebla negra que tomó casi por completo el cielo. Pese a que la visión se vio dramáticamente reducida, los aviones iraquíes y estadounidenses lograron continuar bombardeando y apoyando el avance en el terreno de las tropas y las milicias kurdas, según informó la agencia de noticias EFE.

En el frente este el objetivo ahora es tomar la localidad de Bartala, un pueblo agrícola en donde el EI construyó una red de túneles subterráneos durante los últimos dos años para poder enfrentar un eventual ataque aéreo o una avanzada terrestre, según contó la cadena de noticias CNN.

La ofensiva para recuperar Mosul, la última gran ciudad que le queda al EI en Irak, comenzó ayer, pero desde hace semanas las fuerzas iraquíes, kurdas y estadounidenses preparan el cerco. Los islamistas ya fueron expulsados de más de una decena de localidades en este frente oriental y el del sur.

Mientras la ofensiva militar avanza, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) se declaró hoy «en alerta máxima» -pero sin fondos suficientes- para hacer frente a la «larga y compleja crisis humanitaria» que cree podría provocar la operación militar para recuperar el control de Mosul, según señaló en teleconferencia desde Irak, Thomas Lothar Weiss, jefe de la misión de la OIM en ese país.

Weiss advirtió que la OIM estima que «cientos de miles de desplazados» abandonen la ciudad durante el tiempo que dure la campaña militar, lo que puede provocar una «enorme crisis humanitaria en 2017», «una verdadera catástrofe».

Por su parte, el vocero de la agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), William Spindler, afirmó que la batalla podría provocar «una catástrofe humanitaria» y advirtió que se espera que hasta 1 millón de personas abandonen la ciudad y se conviertan en desplazados internos o refugiados en los países vecinos.

Este año marcó un hito ya que el Acnur contabilizó el número récord de 65 millones de refugiados y desplazados en todo el mundo.

La Oficina de Asuntos Humanos de Naciones Unidas en Irak informó hoy en un comunicado que por ahora la ofensiva «no condujo inmediatamente a desplazamientos masivos de personas afectadas» porque «las actividades militares en el terreno se han registrado en las áreas menos pobladas».

Rusia se hizo eco este martes también de los temores de la ONU y la OIM.

«Allí se avecina una catástrofe humanitaria de grandes dimensiones. ¿Alguien pensó adónde irían los refugiados, en qué número y quién les dará refugio?», advirtió Maria Zajarova, la vocera de la Cancillería rusa, a la televisión pública de su país.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, en tanto, también habló con la prensa y alertó que la estrategia de Irak y Estados Unidos de liberar el frente occidental de Mosul, casi creando un corredor hacia Siria.

«Espero que la coalición encabezada por Estados Unidos lo tenga en cuenta», señaló.

En un comunicado, el Ejército sirio también lanzó la misma advertencia.

En el texto, publicado por la agencia de noticias oficial SANA, denunció «un plan malvado» diseñado por «los patrocinadores del terrorismo», «especialmente Estados Unidos y Arabia Saudita», para facilitar la huida de los islamistas del EI de Mosul hacia su territorio, lo que desestabilizaría aún más la situación bélica en Siria.

El Ejército advirtió de que considerará como «un ataque a la soberanía de la República Árabe de Siria» cualquier intento de cruzar su frontera y avisó de que quienes lo intenten serán tratados como «terroristas».

Como si el escenario no fuera lo suficientemente complejo, hoy se sumaron a la ofensiva para recuperar Mosul las Fuerzas Armadas de Turquía, una potencia regional vecina que mantiene tropas en el terreno en el norte de Irak desde el año pasado y que recientemente invadió el norte de Siria y avanza junto con grupos insurgentes ganando terreno de manos del EI y los kurdos.

«Alcanzamos un acuerdo con las fuerzas de la coalición (liderada por Estados Unidos) para que nuestras fuerzas aéreas participen en las operación de Mosul», anunció el ministro de Defensa de Turquía, Fikri Isik, en diálogo con la agencia de noticias lcoal Anadolu, desde Roma, donde participa de una cumbre con otros ministros europeos.