El Estado Islámico reivindicó el ataque del miércoles contra la Policía en Moscú

UN MEDIO VINCULADO AL ESTADO ISLÁMICO ASEGURÓ ESTE JUEVES QUE LOS DOS HOMBRES QUE AYER FALLECIERON TRAS ATACAR UN PUESTO DE LA POLICÍA DE TRÁNSITO EN MOSCÚ ERAN «SOLDADOS DEL CALIFATO», UNA FÓRMULA QUE SUELE UTILIZAR PARA REFERIRSE A LOS COMBATIENTES DEL GRUPO ARMADO RADICAL QUE NACIÓ AL CALOR DE LA VIOLENCIA EN IRAK Y CRECIÓ EN LA GUERRA DE SIRIA.

El miércoles dos hombres atacaron, armados con hachas y pistolas, un puesto de la policía de tránsito en la afueras de Moscú y lograron herir a dos agentes antes de morir acribillados por las fuerzas de seguridad. Uno de los autores del ataque en Moscú murió «en el momento», mientras que el otro «ofreció resistencia e intentó huir del lugar de los hechos.

El ataque se produjo en el kilómetro 20 de la autopista que une Moscú y la localidad de Scholkovo, al noreste de la capital rusa.
Las autoridades rusas no identificaron a los atacantes ni los vincularon con algún grupo político nacional o internacional.

Sin embargo, la agencia de noticias Amaq, muy cercana al EI, difundió hoy un video en el que se ve a los dos atacantes hablando ruso y jurando lealtad a la milicia islamista.

«Tomamos el camino de la yihad (guerra santa)», sentenciaron en el video, publicado por la organización especializada SITE en su página web.

«Este es inicio y otros los lastimarán», agregaron los dos atacantes, que además pronosticaron que otras personas «elegirán este camino».

En ningún momento, el Kremlin vinculó el ataque de ayer con el EI; sin embargo, horas después, agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB) realizaron una redada en San Petersburgo y mataron a cuatro hombres que eran buscados por presuntos vínculos con grupos armados del Cáucaso Norte, donde operan grupos islamistas.

Los grupos islamistas que operan en Rusia buscan instaurar un Estado de corte islámico, y durante años han cometido atentados suicidas para lograr su cometido, sobre todo en Chechenia, Daguestán y otras repúblicas rusas de mayoría musulmana del Cáucaso Norte.

A fines de 2013, antes de los juegos olímpicos de invierno que se celebraron en la ciudad rusa de Sochi, un atentado en la estación de trenes de Volgogrado y contra un trolebús, encendieron las alarmas se seguridad en Moscú.

Más tarde, en septiembre de 2015, Rusia comenzó a combatir al grupo extremista EI en Siria con bombardeos aéreos y desde barcos de guerra. Este protagonismo de Moscú en la guerra siria provocó una fuerte reacción de esa milicia radical, que a través de varios videos y ejecuciones de connacionales amenazó con golpear a la ex potencia soviética, de la misma manera que hace más de un año está golpeando a Europa.