El Indio Solari: «Varias veces pensé en pegarme un tiro por tener Parkinson»

El Indio Solari: Varias veces pensé en pegarme un tiro por tener Parkinson

Carlos «El Indio» Solari siempre fue muy hermético en el trato con la prensa y recién ahora, después de más de 30 años de carrera, brindó una entrevista frente cámara por primera vez, en un mano a mano con Mario Pergolini.

El reportaje colapsó las redes y dejó al descubierta facetas ocultas del arista, así como sus miedos naturales, en el marco de la dura enfermedad que atraviesa el músico: el mal de Parkinson.

A continuación, sus frases más relevantes:

«Odio la decrepitud. Hoy voy a hablar con la gente y contarles lo que pasa, hay mucha información dando vueltas y quiero contar cómo viene la mano. Decrepitud son esos 30 años que la ciencia nos ha dado después de los 50».

«El ser humano tiene estos 30 años a costa de una cosa espantosa que para mí es la decrepitud. Contados son los que llegan a los 80 años en plenitud física y mental. Uno empieza a ver menos, a escuchar menos, un buen día se cagó encima. La decrepitud no es una sobrevida agradable, te duele todo, qué sé yo. Y yo debo estar entrando en eso, evidentemente. Yo tengo Parkinson, que no es de ahora, pero con el tiempo empieza a manifestarse más. A mí no se me manifiesta temblando sino con rigidez. Esto no lo digan antes de que yo lo diga a la noche, ja, ja. Porque si no, no tiene gracia. Bah, no tiene ninguna gracia, ja, ja, ja».

«No le encuentro ninguna gracia. Yo soy un adorador de la juventud y es algo que se escapa de las manos. Yo me engañé tirando papel picado hasta hace poco, me creía el hombre metálico. Y un día, van y te dicen ‘me parece que el papel picado ya no va’, je. Yo me aferro a la vida, si no me pego un ‘corchazo’ y se terminó».

Cuando Pergolini le preguntó si se suicidaría, el Indio fue contundente: Indio: «Lo he pensado más de una vez, sí. No ahora. En este momento no estoy tan mal. Yo no sirvo para viejo, no te rías, boludo. Hay gente que sirve para viejo y otra que no. Creo que el ser humano tiene 50 años de vida genética y de plenitud genética».