El mal momento de Messi

Era su gran oportunidad de redimirse, pero no pudo evitar sumar una nueva frustración. Lionel Messi fue el jugador más claro durante los 120 minutos de juego de la final de la Copa América Centenario por su voluntad para encarar siempre, pero falló en el momento más importante y esa será la imagen que quedará para el recuerdo.

La Pulga comenzó el partido, como en compromisos anteriores, volcado por la banda derecha y, generalmente, encarando hacia el medio cada que entraba en contacto con la pelota. Además, como de costumbre, era el encargado de las pelotas paradas del elenco de Gerardo Martino.

Aunque en el primer cuarto de hora tuvo escasa participación por la férrea marca que le impuso el conjunto chileno, con dos o tres jugadores rodeándolo cada vez que tomaba el balón, Messi supo encontrar la forma de zafarse para comenzar a ser clave en el ataque Albiceleste.

A partir de la mitad del primer tiempo, cada vez que pudo encarar, complicó a los defensores de La Roja. A los 15′, se llevó la pelota y generó una tremenda falta de Marcelo Díaz, quien le pegó una patada en una de sus rodillas. La acción fue bien castigada por el árbitro Heber Lopes con tarjeta amarilla para el chileno. El tiro libre ejecutado por el rosarino tuvo poca potencia y escasa dirección, por lo que terminó en las manos del arquero.

Cada vez que se hizo dueño de la pelota, Messi obligó a los jugadores de Chile a frenarlo con infracción. Primero, fue Arturo Vidal y, sobre los 27′, fue otra vez Díaz. El defensor obstruyó una avanzada del delantero del Barcelona y vio la segunda tarjeta amarilla del partido, por lo que fue expulsado.

El capitán argentino se mostró siempre desequilibrante de la derecha hacia el medio, pero no le importó moverse de su zona de confort para ponerse en contacto con la pelota. Fue así cuando, a los 40′, se corrió hacia la izquierda y terminó siendo amonestado por lo que el juez consideró que fue una simulación en el área.

Ya en la segunda parte, Bousejour también vio la tarjeta amarilla por una falta sobre La Pulga y la Argentina pudo acercarse al área defendida por Claudio Bravo con pelotas paradas a partir de las múltiples faltas que le cometieron al rosarino.

En un complemento opaco para el equipo Albiceleste, Messi tuvo la victoria en sus pies a los 91′ cuando se hizo cargo de un veloz contraataque que terminó con un remate desviado.

Pero el punto culminante de su noche llegaría en la definición por penales. Encargado del primer disparo argentino, La Pulga envió su disparo por arriba del travesaño y, finalmente, el equipo de Gerardo Martino perdió la final.