El papa Francisco y Bachelet hablaron en el Vaticano

Francisco recibió a la presidenta chilena en la Biblioteca del Palacio Apostólico de la Santa Sede, y en una reunión que duró 47 minutos «afrontaron temas de común interés», precisó el Vaticano tras el encuentro.

«La defensa de la vida humana, la educación y la paz social» fueron los tópicos de la audiencia oficial, en momentos en los que Chile debate un proyecto para despenalizar la interrupción del embarazo en casos de riesgo de vida de la madre, violación o inviabilidad fetal.

De acuerdo a fuentes vaticanas, también estuvo sobre la mesa «la contribución positiva de las instituciones católicas en la sociedad chilena, especialmente en la promoción humana y en la formación y asistencia a los más necesitados».

En la charla, «no faltó una panorámica sobre la situación en Latinoamérica, con especial atención a algunos desafíos que afectan al continente», detalló el comunicado vaticano.

Tras el encuentro, Bachelet aseguró en declaraciones a medios chilenos y acreditados ante la Santa Sede que Francisco es «un pastor muy humano», y puso de relieve que el Santo Padre «es un gran conocedor de la región».

«Fue una maravillosa reunión, larga. Hablamos de temas sustantivos, de temas de la región, de qué manera vamos avanzando para que la región siga dándole las máximas oportunidades y derechos a todos sus habitantes», destacó la mandataria.

Según Bachelet, también estuvo en la charla «su próxima visita a Chile», aunque aclaro que «no hay una fecha específica, probablemente en 2016», en lo que será «una visita a Argentina, Chile y Uruguay».

«Es un pastor muy humano, extraordinariamente conocedor de la región. También hemos intercambiado percepciones de lo que estamos haciendo en Chile, así como sobre este fenómeno de la crisis de confianza, de representatividad y de qué manera todos tenemos un rol para contribuir a sociedades más cohesionadas y unificadas», relató.

Fuera del Vaticano, en tanto, un grupo de las denominadas «mujeres de blanco», que se oponen en Chile a la ley pro aborto de Bachelet, se manifestaron en la Plaza San Pedro en demanda de «un ruego de misericordia» contra el proyecto oficial.

“Hemos acogido esa invitación que hizo el Papa de salir a la calle a hacer lío. Hemos venido hasta la Plaza de San Pedro a hacer un tremendo lío, un lío maravilloso, un acto de amor, un ruego de misericordia, para nuestras madres chilenas y sus hijos y para todas las mujeres del mundo que han abortado”, explicó Paz Vial, integrante del grupo.

“La Plaza de San Pedro es un óvalo, una representación perfecta del útero. Es un lugar de plegarias y ruegos y eso es este acto, un ruego por las madres de Chile y por sus hijos, un ruego para que a las madres chilenas nunca les falte apoyo, nunca se sientan solas, nunca tengan que decidir abortar», agregó la manifestante.

La mandataria chilena, que no aceptó preguntas durante su exposición ante la prensa, no específico si se trató el tema del conflicto que su país mantiene con Bolivia por la salida al mar, en medio de una posible mediación del uruguayo José Mujica avalada por un grupo de académicos cercanos a Francisco.

Antes de la reunión con Francisco, Bachelet había manifestado que se trata de un tema «bilateral» que no sería abordado con el Sumo Pontífice.

«Cuando se le ha preguntado por diferencias entre dos países, él siempre ha estado a favor de la unión de los pueblos y esa es
también nuestra postura como país», explicó.

Bachelet confirmó además que luego de la entrevista con Francisco se reunió con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, con quien acordó que «las iglesias puedan dar a conocer su perspectiva en la discusión del proceso constituyente» que atraviesa Chile, ya que son «sectores muy importantes que creemos que tiene que ser considerados».

La presidenta llegó al Vaticano acompañada de una delegación de 12 personas y el Papa le expresó su satisfacción por recibirla.

«Encantado de que esté aquí», le dijo, según la representación de los medios acreditados ante la Santa Sede que asistieron al encuentro.

Vestida de negro con unos zapatos de tacón bajo y sin mantilla, Bachelet conversó primero en privado con el pontífice y después, ya en público, intercambiaron regalos. Bachelet le obsequió a Bergoglio con un rosario de lapislázuli y plata, y también con un libro titulado «Iglesias del fin del mundo» sobre iglesias chilenas, y el religioso le entregó un ejemplar en castellano de su exhortación apostólica «Evangelii Gaudium» y un medallón de bronce.