En su último informe de gestión del año, Peña defendió las reformas del Gobierno

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, brindó su informe mensual de gestión ante el Senado, con el plan de reformas del Gobierno como uno de los puntos centrales de su exposición, donde reiteró que la reforma impositiva anunciada por el gobierno «será consensuada» en todos los ámbitos y con todos los sectores afectados y negó que se trate de «una imposición» del Poder Ejecutivo.

«Esta es una propuesta que deberá ser debatida en todos los ámbitos, consensuada y, luego, discutida en el Congreso», aseguró Peña.

Durante su exposición, Peña reiteró en varias oportunidades que el Gobierno está convencido de que«ningún sector económico argentino se verá perjudicado por esta reforma tributaria» y, al responder a las críticas, rechazó que la reforma sea «una imposición o una cuestión ya definida» y aseguró que se trata de «una propuesta que va a ser debatida».

El funcionario llamó a buscar consensos en torno a las reformas propuestas por el Gobierno y ratificó que los «tres grandes ejes» del debate son la «mirada común sobre la responsabilidad fiscal, la inflación y los impuestos; el desarrollo del empleo y la producción y, en tercer lugar, la calidad institucional».

Peña sostuvo que «el equilibrio fiscal tiene que volver a ser una práctica de buen gobierno y tiene que estar más allá de cualquier signo político», al tiempo que defendió la reforma tributaria anunciada el último martes por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al señalar que «elimina distorsiones».

El ministro coordinador indicó que «el debate sobre los impuestos muchas veces se ha dado desde la parcialidad y no desde la integralidad» y agregó: «Nuestra estructura tributaria refleja muchas injusticias y no está orientada, a nuestro entender, a promover la creación de empleo».

«Así como tenemos que celebrar una cultura de equilibrio fiscal tenemos que lograr bajar nuestra carga impositiva y al mismo tiempo orientarla hacia la promoción del empleo», remarcó el jefe de Gabinete.

Por otra parte, pidió «dar el debate sobre el sistema previsional» y alcanzar «el mayor grado de consenso posible» sobre el tema, así como remarcó la necesidad de ponerse «de acuerdo en que es el empleo formal el que va a permitir salir de la pobreza a la Argentina».

Los cuestionamientos más fuertes partieron de los senadores peronistas de Mendoza, San Juan y Tierra del Fuego, por el establecimiento de un impuesto a los vinos y la eventual quita del arancel a la importación de artículos electrónicos, que afectaría la economía de la provincia austral.

En ese sentido, rechazó quejas de senadores del Frente para la Victoria, como la del fueguino José Ojeda, quien acusó al gobierno de intentar imponer las reformas impositivas sin consultar con ningún sector.

«Algunas afirmaciones son incorrectas, otras injustas y otras irresponsables», señaló Peña y calificó «rechazable el intento de plantear que esto es una imposición», para luego asegurar que «la propuesta integral beneficia a todos los sectores».

Asimismo, deslizó que «habrá que sentarse» con los sectores alcanzados por estas reformas para ver «los números». El senador fueguino también había cruzado a Peña por la baja a cero en el arancel a los productos electrónicos, lo que afectaría a la industria de esa provincia austral.

En cambio, la mendocina Anabel Fernández Sagasti y el sanjuanino Ruperto Godoy, ambos del FPV, reclamaron por el alza en los impuestos a los vinos.

«Creemos que todo puede ser enmarcado en un compromiso fiscal que dé un horizonte de previsibilidad. No buscamos desfinanciar a nadie. Partimos de la base de una búsqueda de equilibrio fiscal y de reducción de impuestos«, aseveró el funcionario nacional.

Asimismo, rechazó «absolutamente la idea de plantear que un tributo ponga en cuestión una tradición cultural y un valor estratégico como es el vino».

«La rebaja general de impuestos da un salto positivo para la industria. Y estamos dispuestos a sentarnos en la mesa para ver los números», agregó.

Peña recordó que la cuestión de la salud y el consumo de bebidas alcohólicas fue planteada por la Organización Mundial de la Salud.

«Nuestra prioridad es ayudar a promover el vino. Pero también atender la cuestión de la salud y las adicciones. Vamos a promover una instancia de diálogo para encontrar un punto de equilibrio», sentenció Peña.

El jefe de Gabinete ratificó los tres ejes del plan de reformas anunciado el lunes último por el presidente Mauricio Macri, vinculados a la responsabilidad fiscal, la calidad institucional y la creación de empleo, «con el objetivo de máxima de esta administración que es la reducción de la pobreza y las desigualdades».

En ese marco, hizo hinchapié en la necesidad de avanzar en las discusiones de los proyectos de ley que se enviarán al Congreso, con propuestas de reformas al sistema tributario, de jubilaciones y de reforma política.

Pidió puntualmente a los senadores que reaviven el debate sobre la reforma política, que fracasó en el Senado el año pasado, ante la falta de acuerdo con el peronismo.

«Pido que se pueda discutir la reforma política, que se de tratamiento y que si hay necesidad de repensar propuestas que no se evite el debate», sostuvo.

Previamente, el jefe de Gabinete mantuvo un encuentro con el interbloque de senadores de Cambiemos del que participaron también los legisladores electos, quienes comenzarán a reunirse la semana próxima para organizar su desembarco en el Senado.

Del encuentro participaron los senadores electos por Buenos Aires, Esteban Bullrich y Gladys González, y por Misiones, Humberto Schiavoni, entre otros.

En diálogo con la prensa acreditada en el Senado, Bullrich adelantó que a partir de la semana próxima habrá reuniones de los legisladores electos con los actuales representantes del oficialismo en la Cámara alta.

La idea es comenzar a organizar el desembarco de los nuevos senadores oficialistas y realizar un punteo de las comisiones que Cambiemos pedirá para su bloque, que aumentará en cantidad de miembros a partir del 10 de diciembre.

Hasta el momento, el oficialismo no tiene la presidencia de ninguna de las comisiones más importantes de la Cámara alta, las cuales son manejadas con comodidad por el PJ-FPV, bloque mayoritario.

Sin embargo, esa situación cambiará luego del 10 de diciembre, cuando la bancada justicialista se reduzca y la oficialista crezca, lo cual obligará a entablar negociaciones para repartir las presidencias de cada comisión.