Facebook manipuló 700 mil cuentas

Para estudiar las emociones de sus usuarios, la red social Facebook modificó el algoritmo de su plataforma de manera que se pudiera percibir si las publicaciones positivas de los «amigos» generaban una influencia negativa. Los resultados de la investigación, realizada a comienzos de 2012, fueron difundidos este fin de semana, y provocaron críticas y hasta un pedido de disculpas de la compañía.

El estudio fue realizado por científicos de las universidades estadounidenses de Cornell y California, junto a un especialista en analísis de datos de Facebook, y publicado en el último número de la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS). La conclusión fue que sí hay un «contagio emocional» a través de las redes sociales, pero al revés de cómo se creía al comenzar el trabajo. Durante una semana, Facebook probó con 689.003 usuarios de habla inglesa (el 0,04% del total de cuentas) la influencia de los estados de ánimo entre amigos. Para ello, modificó su sección «Noticias», dejando aparecer primero todas los posteos positivos o todos los negativos, observando las reacciones. En el documento publicado se indica que «el experimento manipuló el grado en que las personas eran expuestas a las expresiones emocionales en su News Feed», aunque aclara que el resto del contenido «estaba siempre disponible» en el muro de cada amigo.
Los resultados indicaron que «los estados emocionales pueden ser transferidos a otros a través de contagio emocional, lo que lleva a la gente a experimentar las mismas emociones (…) Cuando se reducen las expresiones positivas, las personas producen menos mensajes positivos y mensajes más negativos; cuando se reducen las expresiones negativas, se produce el patrón opuesto».
James Grimmelmann, profesor de Derecho de la Universidad de Maryland, consideró «dañino» que la plataforma fuera manipulada sin el consentimiento expreso de los usuarios analizados. Dijo que le provocaba «indignación» que la política de uso de la red social fuera una «ficción legal», y habló de «manipulación psicológica». En el mismo sentido, Max Masnick, doctor en Epidemiología de la Universidad de Baltimore, consideró que «como investigador, no tenés un pase gratis ético porque un usuario haya completado la casilla del enlace de los términos de uso de una web; el investigador es responsable de asegurarse de que todos los participantes lo han consentido adecuadamente».
A partir de la polémica, Adam Kramer, coautor del estudio, publicó un pedido de disculpas en su muro: «Nuestro objetivo nunca fue molestar a nadie (…) Mis coautores y yo estamos muy apenados por la forma en que el documento describe la investigación y cualquier ansiedad que causó. En retrospectiva, los beneficios de la investigación pueden no haber justificado toda esta ansiedad.»
Y dio precisiones: «La razón por la que hicimos esta investigación es porque nos preocupamos por el impacto emocional de las personas que utilizan nuestro producto. Sentimos que era importante investigar la preocupación común de que ver a amigos publicar contenido positivo conduce a una sensación negativa o de ser dejado de lado. Estábamos preocupados de que la exposición a la negatividad de amigos podía llevar a la gente a evitar la visita a Facebook», escribió, y detalló que el resultado fue contrario a lo que se creía: «Ver cierto tipo de emoción (positiva) alienta.» «
Usuarios
1200 millones mantienen activa su cuenta al menos una vez por mes. En la Argentina, son 23 millones los usuarios activos mensualmente, y 17 millones los que ingresan a diario.