«¡Fidel Castro está muerto!»

El presidente electo celebró el fallecimiento del «dictador brutal», mientras que Obama, con otro tono, señaló que EEUU «extiende una mano de amistad al pueblo cubano».

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, exclamó que «¡Fidel Castro está muerto!», en un breve mensaje en su cuenta de Twitter que después completó con un comunicado en que llamó al líder cubano como «dictador brutal» que «oprimió» a su pueblo.

El magnate fue el primer político de peso en reaccionar al fallecimiento del líder a los 90 años, con un escueto mensaje en la red social que a las tres horas ya tenía más de 44 mil retuits.

Luego emitió un comunicado en el que calificó a Castro como «un dictador brutal que oprimió a su pueblo por casi seis décadas» y apuntó que su legado son «los pelotones de fusilamientos, robo, sufrimiento inimaginable, pobreza y la negación de derechos fundamentales».

«Cuba permanece siendo una isla totalitaria», manifestó el republicano que prometió que su Gobierno hará «todo lo posible para asegurar que el pueblo cubano pueda iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad».

La reacción de la Casa Blanca

Con un tono muy distinto, la Casa Blanca emitió un comunicado en que señaló que Estados Unidos «extiende una mano de amistad al pueblo cubano» por la muerte de Castro.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó que la historia «registrará y juzgará el inmenso impacto» de la «singular figura» que fue el líder cubano.

Obama reconoció que la muerte de Castro es, para los cubanos de la isla y de EE.UU., un momento de «emociones poderosas», de recordar «las innumerables formas» que en el líder de la revolución «alteró el curso de vidas individuales, familias y de la nación cubana».

«La historia registrará y juzgará el inmenso impacto de esta singular figura en las personas y el mundo a su alrededor», enfatizó el mandatario estadounidense.

Según Obama, la relación entre EE.UU. y Cuba estuvo marcada durante casi décadas por «profundos desacuerdos políticos», pero durante su presidencia se «trabajó duro para dejar atrás el pasado» con el proceso de normalización bilateral y la restauración de las relaciones diplomáticas.

Al ofrecer sus condolencias a la familia de Fidel Castro y al pueblo cubano, Obama señaló que en los próximos días todos ellos «recordarán el pasado y también mirarán hacia el futuro».