Fútbol: vuelve a medias, solo el Ascenso y con juveniles

Este fin de semana no habrá fútbol de Primera División. Los futbolistas se mantuvieron firmes en su postura y ratificaron la huelga. Los dirigentes y el gobierno nacional presionaron hasta último momento pero no pudieron torcer a Sergio Marchi, el ganador de esta contienda. Ahora, la pelota pasó para la semana que viene, con el compromiso de que la actividad volverá el viernes. Las que sí jugarán son las categorías menores del Ascenso: La B Metropolitana y la C lo harán con juveniles, mientras que la D es amateur.

Que no, que sí, que no, que sí. Que no. Otra vez, al igual que el jueves, el de ayer fue un día caótico. Desde las 11, cuando arrancó la reunión en el Ministerio de Trabajo hasta pasadas las 21, cuando se resolvió en la AFA que no se jugaría la fecha. En el medio, una larga sesión en la Subsecretaría de Relaciones Laborales (en la sede de Callao al 100), con un cuarto intermedio incluido. Allí, Marchi, Javier Medín (vicepresidente de la Comisión Normalizadora) y Claudio Tapia (presidente de Barras Central y el, hasta el momento, único candidato al sillón de Viamonte) estuvieron nueve horas. Primero salió el secretario general de Agremiados y anunció que el paro disfrazado en una «retención de tareas» se mantenía en pie porque no había acuerdo, dado que «nunca hablaron de una propuesta». Luego, salieron Medín y Tapia, quienes contradijeron a Marchi y hasta aseguraron que el fútbol volvía con juveniles.

Durante toda la tarde hubo un sinfín de especulaciones y versiones. Recién pasado el mediodía se decidió la reprogramación de los partidos partidos que debían jugarse ayer (Rosario Central-Godoy Cruz y San Lorenzo-Belgrano). Luego, se dijo que el fútbol volvería con profesionales y que la fecha se jugaría entre hoy, mañana y el lunes. Después, que podría reprogramarse para la semana. Hasta que desde adentro del Ministerio salió a la luz la verdad: no había acuerdo. Los futbolistas no estaban dispuestos a salir a la cancha. Y la presión del Gobierno y los dirigentes fracasaba. Medín salió a tirar el último manotazo de ahogado: «Se juega con juveniles», tiró todavía adentro del Ministerio, y se fue inmediatamente a la sede de la AFA.

Para ello, en el edificio de la calle Viamonte ya habían echado mano en el artículo 205 del Reglamento General, que indica que ante «casos de fuerza mayor», se podía eximir la exigencia de utilizar como mínimo ocho profesionales. Sin embargo, la movida no prosperó porque hubo dirigentes que se opusieron a disputar los encuentros con juveniles. Y fueron ellos los que dominaron la reunión en Viamonte; Medín se mantuvo casi en silencio. Sabía que terminaría siendo preso de las palabras que había dicho minutos antes en los medios: la amenaza de «se juega con juveniles» se evaporó en la fuerza de los dirigentes.

Incluso muchos técnicos ya habían mandado mensajes de que no dirigirían jugadores amateurs. Uno de los directivos que alzó su voz en contra de jugar con los pibes fue Rodolfo D’Onofrio, quien, en el medio de las discusiones, tuvo un entredicho con Angelici, según contó una fuente que participó del cónclave en la AFA. Antes de entrar a Viamonte, el presidente de River pidió por la vuelta del fútbol porque «la plata ya está». Pero no pensaba permitir que sucediera a cualquier precio.

La deuda que reclama Agremiados ronda los 460 millones de pesos. De ellos, 260 millones son los correspondientes a los salarios «en blanco»; el resto, aunque suene insólito, son por salarios informales que todavía se permiten pagar en el fútbol argentino. Los clubes y la AFA armaron una ingeniería para llegar a 410 millones, casi la totalidad de la deuda reclamada. Marchi insistió, en todo momento, en manejar desde Agremiados los 260 millones por la deuda en blanco. Era su obsesión, cuentan dirigentes que participaron de las tratativas.

Ahora bien: si la plata no alcanzaba ahora, según Marchi, ¿cómo harán para que alcance la semana que viene? Es que, si bien los jugadores tendrán acreditados en sus cuentas parte del dinero adeudado, el fondo solidario que habían propuesto los dirigente de Primera el jueves se cayó (ver página 73).

Mientras tanto, la Primera B Metropolitana, la Primera C y la Primera D anunciaron que respetarán el cronograma dispuesto por AFA (la B Nacional ya tenía estipulado reanudar el campeonato el próximo fin de semana) para el reinicio de los torneos. Los futbolistas de todas las categorías se mantienen firmes en el paro y el próximo lunes volverán a reunirse en Agremiados, por lo que la fecha del Ascenso se jugará con juveniles. Los requisitos para que puedan salir a la cancha: deben ser menores de 21 años, no deben tener contrato o, si lo tuvieran, no deberán haber debutado en primera aún. Para que esto suceda, pesó la mano de Chiqui Tapia, quien intentó dar muestras de poder al menos con su categoría, la B Metro. Y los dirigentes de esa divisional y también los de la C se encolumnaron detrás suyo. Por eso, habrá fútbol en esas categorías a pesar de que los futbolistas profesionales decidieron seguir con la medida de fuerza.

«Lo único que ha habido son presiones para que los jugadores jueguen a costa de cualquier cosa. No voy a polemizar con el doctor Medín, pero ellos se tendrían que haber preocupado por controlar a los clubes y regularizar los contratos. Si juegan con juveniles sería un acto de cobardía», apuntó Marchi, quien ya se sentía ganador a pesar de todo lo que puede perder de aquí adelante. Es que él se está jugando su última carta para demostrar que aún tiene poder.

Es que a partir del nuevo escenario, Agremiados perderá los ingresos por la Primera C, que volverá a ser amateur, se eliminará el 15% que reciben los jugadores por las transferencias (del cual el sindicato se quedaba con una parte) y dejará de percibir el 2% del canon por Fútbol para Todos, el cual iba a las arcas de la Fundación «El Futbolista».

Como todavía sigue abierta la negociación de la AFA con empresas privadas para la cesión de los derechos de televisión, el financiamiento a futuro es una incógnita. Habrá un cobro de 1.200 millones de pesos cuando se otorgue la licencia, que la empresa ganadora pagará en concepto de llave. Si ello no sucede rápido (esperan que el miércoles próximo empiece a definirse) se volverá a generar deuda con los futbolistas.

Mientras tanto, seguirá la rosca para ver si el fútbol de Primera División finalmente puede regresar el próximo fin de semana. O si la agonía se estira.