Grandes cambios de la era Martino

Luego del alejamiento de Alejandro Sabella tras alcanzar la final del mundo en Brasil, Gerardo Martino tomó el mando de Argentina y en esta segunda convocatoria para la gira en Asia comienza a delinear el equipo que pretende para su proyecto.

El Tata llegó a lo más alto de su carrera que es dirigir a la Selección de su país. Se lo mereció gracias a su larga trayectoria, con buenos y malos resultados pero con una sola misión: jugar bien a la pelota, cultivar el perfil bajo y ser ganador en todas las canchas donde se presenten sus equipos.

Así lo demostró con sus últimos resultados. Newell´s quizás fue la máxima expresión futbolística de lo que pretende a pesar de haber sido entrenador de Barcelona. Si bien tuvo una gran temporada no logró los resultados que esa camiseta exige y más aún teniendo en su plantel a mejor jugador del mundo.

Arribó al banco de suplentes más codiciado por los DT argentinos aunque de manera rápida. Alejandro Sabella decidió dejar el cargo, aunque nunca pudo hacerlo público, la muerte de Julio Humberto Grondona lo impidió. Pero la voluntad del ex presidente de la AFA era que Martino fuera el que debía seguir al mando si Pachorra decidía alejarse.

Así fue. Luis Segura lo anunció y el ex jugador de la Lepra su puso el buzo de entrenador. Su primer partido fue el 15 de septiembre ante Alemania, verdugo de la Celeste y Blanca el 13 de julio en el Maracaná. Es verdad que el equipo teutón no jugó con todas sus figuras pero lo que sucedió es que Argentina, con una mayúscula actuación de Ángel Di María, ganó 4-2 en Düsseldorf.

En ese partido, si bien se mantuvo un esquema táctico similar al que usaba el anterior técnico pudo verse a un equipo agresivo que presionó lejos de su área, buscó la pelota de manera constante y fue letal en los últimos metros. En aquel partido, Messi estuvo ausente y el que los reemplazó fue Ezequiel Lamela que demostró que la camiseta no le queda para nada grande.

Ahora le tocó viajar para los compromisos en Asia ante el clásico sudamericano, Brasil el sábado 11 y ante el anfitrión, Hong Kong el 14 de este mes. Para esos encuentros Martino probará con jugadores que él cree que le darán lo que necesita en el campo de juego. Tal es así que aparecieron nombres como los de Roberto Pereyra (Juventus), Mateo Musacchio (Villareal), Santiago Vergini (Sunderland), Nahuel Guzmán (Tigres) y Nicolás Gaitan (Benfica), entre otros. Bien ganados por sus producciones en Europa.

¿Qué significa esto? Que el Tata comienza a pensar en su equipo a pesar de haber dicho que pensaba continuar con el trabajo de Pachorra. Uno de los primeros cambios es que si bien el esquema que usará ante el Scratch será un 4-4-2, la intención que es utilizar volantes con buen juego de pie para darle mayor libertad de Lionel Messi para que se pueda recostar sobre la derecha y así comenzar las jugadas en ofensiva.

Se viene un nuevo clásico para el historial entre Argentina y Brasil, aunque también comienza a proyectarse un nuevo equipo quizás con una defensa más prolija y firme, con la intención de no ceder la pelota y salir por abajo para no rifar la posesión. Aquíe aparece la segunda modificación de la cantidad de jugadores en mitad de cancha intentando apoyar a la Pulga y que el astro no tenga que retroceder tantos metros para trasladar el balón. Es por ello que con Lamela y Javier Pastore será posible, aunque para ello alguno de los delanteros deberá esperar afuera. Claro, siempre y cuando el técnico decida jugar con 4 volantes o 3 delanteros.

Sus equipos demostraron lo que puede aportar como entrenador y también demostraron un juego colectivo superlativo. Con los jugadores de Argentina, la ilusión de seguir en lo más alto y de repetir lo de Brasil es cada vez más fuerte.

Aunque para ello su intención es desarrollar desde abajo, por eso también desea hacerse cargo de las equipos juveniles, finalmente el tercer cambios apuntado más a lo organizativo. Sus objetivos son los panamericanos, Sudamericanos que otorgarán plazas para el mundial Sub-20 y para los Juegos de Rio. Además de la Copa América de 2015 en Chile. Con eso Martino apunta alto, y quiere su equipo.