Hillary Clinton y las presidentas latinoamericanas

MAL QUE LES PESE A LOS REPUBLICANOS, EL ELOGIO QUE HIZO HILLARY CLINTON DE LAS «EXITOSAS PRESIDENTAS» DE AMÉRICA LATINA REVELA QUE ESTADOS UNIDOS MIRA MUCHO MÁS A ESTA PARTE DEL CONTINENTE DE LO QUE ALGUNOS LATINOAMERICANOS SUPONEN.

Basta analizar la trayectoria personal de Hillary junto a hombres de la talla de su marido el ex presidente Bill Clinton, o del actual mandatario Barack Obama para comprender que el probable destino de esta mujer es convertirse en presidenta del principal país del planeta.

Hillary, de 68 años, quiere romper el molde de país machista que caracterizó a Estados Unidos a lo largo de su historia, ya que los derechos de las mujeres están relegados si se las compara con otros países del mundo.

Por ejemplo, esta semana el Pentágono rompió con la tradición de no permitir que las mujeres puedan participar en cualquier unidad de combate.

La medida hace justicia en un país que ha enviado a más de 300.000 mujeres a las guerras de Irak y Afganistán, muchas de las cuales murieron en combate, según informes de la prensa norteamericana.

Si es elegida presidenta, Hillary se sumará a la lista que encabezada la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel; la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic; de Chile, Michelle Bachelet, entre un total de 19 mandatarias que representan sólo el 10% de los gobiernos del mundo, según un informe de la BBC de Londres.

De alguna manera, Hillary quiere imitar a las presidentas latinoamericanas en una nación que nunca fue guiada por una mujer.
En 2014, América latina tenía cuatro presidentas y más del 50% de sus legisladores eran mujeres, comparado con Estados Unidos que reúne un 20% de mujeres en el Congreso.

«Probablemente es previsible que diga esto… pero hay mucho que aprender del éxito de América latina a la hora de elegir mujeres presidentas», dijo Clinton al hablar esta semana en el lanzamiento de la iniciativa Mujeres en el Liderazgo, del Centro Adrienne Arsht para América Latina del Atlantic Council.

La ex primera dama admitió: «Yo creo firmemente que ninguna región en el mundo es más importante para nuestra prosperidad y seguridad a largo plazo que Latinoamérica».

La precandidata presidencial demócrata recordó los enormes avances en materia de derechos que tuvieron las mujeres en América latina y el Caribe en las últimas décadas, y señaló que es una región que «se está transformando».

Hillary no mencionó a ninguna mandataria latinomericana en particular. Pero al encontrarse en Lima con la entonces ex presidenta Bachelet, el 17 de octubre de 2012, dijo que admiraba el «maravilloso trabajo» de la chilena.

A mediados de junio, durante su primer discurso de campaña en la isla Roosevelt de Nueva York, Hillary lamentó que su madre, Dorothy, fallecida en 2011, «no haya conocido (…) un país en el que un padre pueda decir a su hija: ‘sí, puedes convertirte en lo que quieras, incluso en presidenta de Estados Unidos».

Hillary recordó que su madre fue abandonada por sus padres, que su progenitora fue maltratada por su abuela y que a los 14 años terminó trabajando como empleada en la Gran Depresión, a principios de la década del 30.

Entre otras mujeres, Hillary admira a Eleanor Roosevelt, esposa del ex presidente demócrata Franklin D. Roosevelt, quien puso en marcha el plan de empleo estatal New Deal.

De acuerdo a una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, Hillary amplió por estos días su condición de favorita para ganar la candidatura del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de 2016.

La misma encuesta, realizada después de los atentados de París, el 13 de noviembre, muestra que Hillary superaría al magnate Donald Trump, si éste fuera hoy el eventual candidato presidencial republicano, por 47 a 41%.

Para el analista Dana Milbank, el republicano Trump «es un fanático y un racista».

«Algunos pensaran que esto es una barbaridad escandalosa para aplicar al principal candidato por la nominación presidencial republicana. Ordinariamente, yo acordaría que los insultos demuestran lo equivocado que está con nuestra política», señala en un artículo en The Washingon Post.

Hillary amplia su ventaja sobre el senador de Vermont, Bernie Sander, de 60 a 30%, comparado con el 53-35% registrado el pasado 4 de noviembre, de acuerdo a otra encuesta de la misma casa de estudios.

Mientras tanto, el magnate Trump consolida su estatus de favorito republicano con 27% de respaldo sobre el 17% del senador de Florida, Marco Rubio, el 16% de Ben Carson y el senador Ted Cruz, de Texas, y el 5% del ex gobernador de Florida, Jeb Bush.

A pesar del escándalo que se conoció en marzo pasado por unos mails oficiales que usaba para su vida privada, cuando era secretaria de Estado (2009-2013), Hillary avanza firmemente para lograr la nominación presidencial demócrata.