Infecciones de verano

Las consultas por infecciones en los oídos y en la piel aumentaron el último mes en la guardia del Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia. Así lo informó a este diario el Dr. José de Jorge, médico de ese servicio, quien sin precisar cifras exactas aseguró que “aumentaron el último mes, como en cada verano”. Estas patologías, muy recurrentes en chicos, son propias de los días de calor: se deben a las inmersiones prolongadas y a lesiones en la piel generadas en situaciones propias de la vida al aire libre.
La piodermitis o lesiones en la piel se producen al lastimarla por rascado. “Los chicos que juegan en la tierra o en el césped se rascan la piel cuando les pica, se lastiman y la lesión actúa como puerta de entrada para que los gérmenes que están en las bacterias induzcan la infección”, explicó el Dr. De Jorge. En la guardia del hospital Alassia, este tipo de lesiones superó el último mes a las generadas por quemaduras solares, y es la segunda más frecuente después de las otitis.
Los síntomas son el enrojecimiento de la piel, dolor e hinchazón en algunas zonas, generalmente en los miembros. Su prevención radica en la higiene: “Las piodermitis se pueden prevenir con el lavado de manos, uñas cortas y limpias, con higiene diaria”, agregó De Jorge.
Agua en los oídos
Ante la recurrencia de los casos de otitis, el Ministerio de Salud de la Nación difundió en estos días sus recomendaciones. Aconseja consultar a un otorrino antes de comenzar la temporada de pileta o vacacionar cerca del mar o del río para controlar la salud auditiva, y evitar el uso de hisopos para quitar el agua o la cera porque ello favorece el ingreso de bacterias.
La otitis es una infección o inflamación de cualquier sección del oído causada por diferentes microorganismos. Existen dos tipos: la otitis media y la otitis externa. La última es conocida como “la otitis del nadador”: es la inflamación del conducto del oído externo y del conducto auditivo externo que se puede producir por la entrada de agua o por traumatismos.
Los síntomas son claros y reconocidos por las mamás: el intenso dolor de oído. También puede provocar sensación de oído tapado, picazón y a veces supuración del oído. Si aparecen estos síntomas hay que consultar enseguida al médico. “La recomendación para prevenir la otitis externa es colocarle a los niños una o dos gotitas de alcohol boricado en los oídos cuando salen del agua”, observó el Dr. De Jorge.
Las otitis externas suelen tratarse con gotas para los oídos que contienen antibióticos y esteroides para reducir la hinchazón del canal auditivo. Es importante seguir correctamente las indicaciones del médico.
La otitis media involucra el oído medio que está localizado detrás del tímpano. Es muy común en la primera infancia y, en general, la causa es infecciosa.
No a los hisopos
Si bien la otitis es una patología que afecta tanto a chicos como a adultos, “es más frecuente en los chicos, en el verano, porque suelen pasar más tiempo con la cabeza debajo del agua, lo que aumenta la humedad en el conducto auditivo”, comentó el Dr. De Jorge.
Los especialistas desalientan el uso del hisopo: contrariamente a la creencia popular, en lugar de limpiar el conducto auditivo lo daña. “Es importante transmitir a la población que no use los famosos hisopos porque traumatizan la piel que cubre el conducto auditivo y, al sacar precozmente la última capa de piel que protege ese conducto, queda mucho más vulnerable al ingreso de bacterias”, explicó Margarita Acosta, coordinadora del Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia. La especialista advirtió sobre las otitis externas “autoprovocadas”: aquellas que se producen por efectuar maniobras con los dedos o las uñas, para sacar el agua.
En cambio, el alcohol indicado por los médicos permite una rápida evaporación del agua que pudiera haber quedado en el conducto.