Irán pone paños fríos a las críticas

Después del histórico acuerdo que pone límites a su programa nuclear. El gobierno aseguró que no representan un peligro para la región ni quieren ninguna hegemonía.

El ministro de Exteriores iraní, Mohammed Yawad Zarif, aseguró que el acuerdo marco alcanzado esta semana con las seis potencias mundiales por su programa nuclear no representa ningún peligro para la región y los países vecinos. «Todas las preocupaciones son injustificadas, Irán no quiere ninguna hegemonía en la región», señaló Zarif en respuesta a la posición de Israel, que consideró el acuerdo un «grave peligro» para Medio Oriente.

Según consignó Tiempo Argentino, el ministro manifestó que su país quiere tener buenas relaciones con todas las naciones de la región y que, si hay diferencias, deben ser resueltas de inmediato. Además, sostuvo que para Irán la seguridad de sus vecinos es tan importante como la propia y por eso dijo que el gobierno de Hassan Rohani está decidido a actuar con determinación contra el terrorismo en la región.

El acuerdo preliminar alcanzado el jueves en Lausana con el grupo 5+1 (EE UU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido más Alemania) prevé que Irán someta su programa nuclear a un sistema de controles y limitaciones escalonado en los próximos 25 años. A cambio, se levantarán las sanciones en contra de Teherán que provocaron una crisis económica en el país. El acuerdo definitivo debe ser negociado hasta finales de junio.

Varios países de la región expresaron reservas ante el acuerdo. Arabia Saudita y Egipto temen que el equilibrio pueda ahora desplazarse a favor de Teherán. De todas formas, tanto Riad como El Cairo se abstuvieron de criticar abiertamente el acuerdo, tal como lo hizo

Israel, que lo consideró un «grave peligro» para la región y el mundo. «El acuerdo constituye un gran peligro para la región y para el mundo y pone en peligro la supervivencia del Estado de Israel. Reforzará considerablemente la economía iraní. Por lo tanto, dará a Irán los medios para impulsar su agresión y su terror en Cercano Oriente», opinó el premier israelí Benjamin Netanyahu.

Luego de convocar una reunión de emergencia de su Gabinete de ministros y expertos en seguridad, Netanyahu señaló que el peligro de una carrera nuclear armamentística en la región aumentará la amenaza de eventuales guerras.