Justicia declaró en rebeldía a Bonafini y ordenó su detención

La Justicia ordenó este jueves la detención de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la causa que investiga irregularidades en el plan de viviendas Sueños Compartidos, situación que derivó en una multitudinaria movilización en respaldo de la dirigente, que realizó la tradicional ronda de los jueves alrededor de la Pirámide de Mayo.

La orden fue librada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi junto a la prohibición de salida del país, luego de que la líder de Madres no se presentara por segunda vez consecutiva a prestar declaración indagatoria en el marco de esa investigación por supuesto desvío de fondos públicos.

«Si nos quieren llevar presas, que nos lleven, acá estamos, no le tenemos miedo a estos hijos de puta», arremetió la referente de Derechos Humanos tras la ronda en la plaza, en la que estuvo acompañada por dirigentes del kirchnerismo y una nutrida presencia de militantes.

Cerca de la noche y ante la masiva movilización fuentes judiciales informaron que Bonafini, no será indagada este jueves luego de que fracasó el primer intento de detención ordenado por Martinez de Giorgi incluso según pudo saber este medio la detención se hará «en el momento oportuno».

En las primeras horas de la tarde, el magistrado declaró «en rebeldía» a Bonafini y dispuso un allanamiento en la sede de Madres de Plaza de Mayo, ubicada en Hipólito Yrigoyen 1584, hasta donde se dirigieron efectivos de la Policía Federal.

Allí se encontraba la presidenta de la asociación, que a bordo de una combi, que esquivó el operativo circulando por la vereda, eludió a los policías y llegó a la Plaza de Mayo para desarrollar la tradicional ronda de los jueves a las 15.00.

Bonafini iba acompañada en el vehículo por Andrés «Cuervo» Larroque, Martín Sabbatella, Hugo Yasky y Roberto Baradel, dirigentes a los que luego se sumaron en la plaza Oscar Parrilli, Axel Kicillof, Carlos Zannini, Ariel Basteiro, Luis D´Elía, Gabriel Mariotto y Mayra Mendoza, entre otros.

La noticia de que Martínez de Giorgi había ordenado la detención de la presidenta de Madres se confirmó a su llegada a la Pirámide de Mayo, por lo que se registraron momentos de nerviosismo y desconcierto, ya que los allegados a la referente de derechos humanos no sabían cómo podían desarrollarse los acontecimientos.

«Le quiero avisar a todo el mundo que la Justicia nos quiere detener», señaló Bonafini en la plaza, adonde habían comenzado a agolparse los militantes kirchneristas y quienes espontáneamente decidieron acercarse a expresarle su apoyo.

Sin presencia policial a la vista, la presidenta de la institución volvió a subirse a la combi y recorrió las doce cuadras que separan la plaza de la sede de Madres respaldada por una multitud, que cantó en contra del Gobierno de Mauricio Macri y a favor de la referente.

La marcha se extendió por aproximadamente una hora y media, y una vez en la casa de las Madres, Bonafini brindó otro discurso, muy breve, en el que agradeció el acompañamiento.

«La movilización es parte de nuestra decisión inclaudicable de que no sigan avanzando sobre nosotros, ya bastante hicieron en siete meses, así que Macri pará la mano», subrayó, ataviada por el tradicional pañuelo blanco en la cabeza y lentes de sol con marco rojo.

La policía ya se había retirado de la sede de Hipólito Yrigoyen cuando la referente regresó, por lo que el pedido de detención seguía vigente, pero sin concretarse.

En declaraciones a C5N, Bonafini comentó que tras enterarse de la orden librada por Martínez de Giorgi se comunicó con embajadas y diputados incluso hubo conversaciones con la Embajada de Venezuela para que ella se quedara allí, algo que no fue aceptado por la presidenta de la entidad.

Al ser consultada sobre lo más cerca que había estado de quedar detenida este jueves, la dirigente respondió: «La verdad que cuando salimos (de la sede) había autos de policía y nos rodearon la camioneta. Se pusieron una adelante y una atrás y quedaba un espacio a la derecha y nos fuimos por la vereda, le hicimos una gambeta y nos fuimos».

«Mañana viajo a Mar del Plata, por si el juez no sabe, le voy a avisar», ironizó Bonafini.

La detención se firmó luego de que faltara por segunda vez a la indagatoria fijada por el magistrado federal, en la causa en la que está imputada por haber firmado dos convenios celebrados con el entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada, el 22 de mayo de 2008 y el 30 de diciembre de 2010, por un total de 58.834.800 pesos para la construcción de viviendas.

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, que se niega a presentarse ante el juez, presentó una carta en la que denunció que era blanco de «agresiones» y de la «burla» de la Justicia desde 1977, en plena dictadura militar.

Además, se quejó porque el juez «ni quisiera leyó» las «60 cajas con pruebas» que su entidad aprobó para intentar demostrar que las irregularidades en Sueños Compartidos fueron parte de una maniobra del exapoderado de la Fundación Sergio Schoklender, procesado en la causa.