La CGT realiza una gran movilización en contra de Macri y anuncia paro sin fecha

La CGT intentará hoy la mayor movilización callejera contra Mauricio Macri bajo la amenaza de llamar a un paro general en caso de no haber una reformulación de la política económica. La confianza de los dirigentes en la masividad guarda relación con que la marcha hacia el Ministerio de la Producción contará con la adhesión y participación de movimientos sociales, partidos políticos y agrupaciones empresarias y barriales, además del aporte de los propios gremios confederados. Como había adelantado ayer este diario la central sindical evitará hoy precisar una fecha para la eventual huelga aunque se prevé disponerla hacia la segunda quincena de abril en un escenario de agravamiento de la relación con el Ejecutivo.

Será además el segundo revés consecutivo del oficialismo en el plano sindical luego de la marcha de ayer de gremios docentes, que resultó multitudinaria. En los cálculos de la central obrera la de hoy será una protesta que involucrará entre 200 mil y 300 mil personas, lo que superaría las del año pasado en abril (de la CGT) y septiembre (de las dos vertientes de CTA). Las banderas serán similares a las de entonces: protestar contra el ajuste, los despidos y el intento del Gobierno de fijar un techo paritario del 18 %. En esta oportunidad también se hará hincapié en la necesidad de una reorientación de la política industrial y de comercio exterior, y de reforzar el consumo interno y el poder adquisitivo del salario.

Ayer un encuentro de la mesa chica de la CGT marcó la estrategia de la protesta. Se anunciará la realización de un próximo paro nacional pero sin fijar la fecha de modo tal de facilitarle al Gobierno una herramienta de negociación. El debate ayer en el gremio de estatales UPCN se centró entre un sector mayoritario que apuesta a definir la huelga en la segunda quincena de abril, como los «gordos» de los grandes gremios de servicios, los «independientes» de buen diálogo con el oficialismo y Hugo Moyano, y quienes esperan confrontar antes con el Ejecutivo, como los sindicatos industriales y Luis Barrionuevo.

Participaron de la reunión los miembros del triunvirato, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, quienes serán los únicos oradores del acto que comenzará a las 16 en la intersección de Diagonal Sur y Moreno. También asistieron el dueño de casa, Andrés Rodríguez, y Armando Cavalieri (Comercio); Jorge Sola (empleados del seguro), Abel Frutos (panaderos) y Omar Plaíni (canillitas), del sector que responde a Moyano; el metalúrgico Francisco «Barba» Gutiérrez y Rodolfo Daer (industria de la alimentación) y representantes de Gerardo Martínez (albañiles, Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros.

Aunque existe un acuerdo global para no anunciar mañana fechas para un paro ayer quedaron de manifiesto algunas diferencias entre los sectores. Daer, por caso, dijo que de no haber rectificaciones por parte del Gobierno «va a haber una medida de fuerza consistente en un paro por 24 horas», aunque aclaró: «no es un tema de plazos». En cambio, Schmid dijo a continuación que entre el final de marzo y los primeros días de abril debería ser resuelta la huelga. Acuña anoche descartó que fuese a darse hoy a conocer el día de esa medida.

La de hoy será sólo una marcha pero incluirá en varios rubros un cese de actividades, en particular de gremios industriales que prevén participar de la protesta. Incluso sindicatos que no estarán en la marcha, como el de mecánicos de Smata, programó poner fin a sus tareas después del mediodía, algo similar a lo de los metalúrgicos de la UOM, de los gremios más afectados por despidos y apertura de importaciones. El transporte público, en tanto, funcionará con normalidad con el propósito de trasladar a los participantes a la movilización. En igual sentido se pronunció el gremio del subte (Agtsyp), que adhirió a la marcha y cumplirá tareas como cualquier día.

La voz disidente la aportó anoche el rural Gerónimo Venegas (Uatre), el dirigente favorito de Macri. A través de un comunicado de las 62 Organizaciones titulado «Oportunismo y deslealtad», el gremialista repudió la marcha de la CGT por entender que «pone de manifiesto su debilidad» por «acudir a partidos políticos oportunistas, movimientos sociales y un rejunte de expresiones que nada tienen que ver con el movimiento obrero organizado». Y hostigó sobre el apoyo que la marcha recibió de Cristina de Kirchner.