La paradoja de ser hermosa y no verlo en el espejo

Abril tiene 15 años, es morocha y de ojos vibrantes. Ludmila tiene 14, boca roja y las puntas del pelo rubias. Rocío y Ximena tienen 16 y las dos anteayer se cambiaron cuatro veces antes de decidir el look. No se conocen pero comparten un sueño: convertirse en la cara de la próxima campaña de 47 Street. Por esa razón ayer hicieron una fila de cuatro horas que colmó de jóvenes bellas el Dot, lo mismo que otras 4000 adolescentes que ayer participaron del megacasting de la marca.

Sin embargo, hay algo más que comparten estas aspirantes a modelo. Las cuatro son hermosas. Pero por alguna misteriosa razón, cuando se miran al espejo, la imagen que ven no les devuelve la misma belleza que ellas ofrecen.

La paradoja de la autoimagen en los tiempos de las selfies: sólo el 3 por ciento de las chicas argentinas de entre 10 y 17 años se siente hermosa, según un estudio que realizó la empresa Dove a nivel mundial para indagar sobre la percepción de belleza y la autoestima. Las argentinas son las menos propensas del mundo a describirse como hermosas.

Según los resultados, las argentinas se encuentran entre las que más distorsión perciben entre lo que son y cómo se sienten. Para el estudio, se les planteó el dilema de una publicidad que por estos días invade YouTube: colocar dos carteles en las puertas de ingreso a un edificio: uno que dice «bonitas» y otro que dice «normales». Las argentinas estuvieron entre las más propensas a definirse a ellas mismas como normales (46%), lo mismo que las japonesas y las británicas.

Además, casi el 40% de las argentinas reconoció haber evitado hacer alguna actividad a causa de su aspecto, como, por ejemplo, ir a la playa (15%), asistir a un evento social (11%) y hasta dar su opinión en público (9%). El 67% manifestó sentirse presionada para ser bella.

Ludmila Reyes tuvo que madrugar y convencer a su mamá para que le permitiera faltar al colegio. Después, se maquilló y se subió con su prima a un colectivo que la llevó desde Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero, para llegar al Dot. Un shortcito, un top, zapatos de suela gorda… un look que para florecer fue sometido a varias sesiones y al voto de un jurado de familiares y amigos. Habla de la odisea y de lo feliz que se siente por ser parte de esta experiencia. Su foto, al igual que la de 20.000 chicas que concursaron en los diez castings que se hicieron en todo el país, se subirá a Internet para que el público vote y elija a la ganadora a partir del 28 de abril.

Con estoicismo Ludmila soportó el viaje y las cuatro horas de fila sin parecer cansada y sin que se le corriera el maquillaje. Pero cuando esta cronista le preguntó si se sentía linda, desvió la mirada, se rió y dijo que no. ¿No? La pregunta no apunta a la modestia, sino a la autoestima. Se le vuelve a preguntar. «No, no me gusta cómo me veo. No me gustan mis piernas, mi cuerpo. Es algo que nunca logré cambiar», dice. Y enumera que no logró revertirlo ni siquiera practicando entre dos y tres horas diaria de patín artístico. «Las veo gordas», dice.

La respuesta sorprende, pero se repite en la fila de mujeres hermosas que esperan su turno para posar ante la cámara. ¿Cómo pueden no sentirse bellas? «Cuando llegué miré a todas las demás y pensé: «Con todas estas diosas no me van a elegir a mí»», apuntó Shandell Ostertag, de 21 años, de nombre francés y apellido alemán.

«Todas estas mujeres son hermosas», dice Kevin Kogan, gerente de marketing de 47 Street, apuntando a la larguísima fila que subía hasta el tercer piso por las escaleras del shopping. «Y no son hermosas por lo que se pongan ni por el maquillaje ni por la pose. Hay algo adentro que trasciende todo eso y que se manifiesta en una actitud. Eso es lo que estamos buscando», asegura.

«No estamos apuntando a la nueva Kate Moss, sino a una chica que se identifique con la marca, que transmita una belleza natural. Hoy, lamentablemente se consume la belleza como un producto. Nosotros buscamos otra cosa», cuenta Madelaine Angenscheidt Pessana, analista de marketing de la firma.

Úrsula París, una de las modelos actuales de la marca, confiesa que el año pasado cuando participó de una convocatoria similar no podía creer haber ganado. «Una amiga me llevó al casting a la fuerza. Y cuando gané estaba convencida de que había un error: yo era la más gorda de las 20 finalistas. No podía creer que me hubieran elegido a mí», dice.

«Una autoestima sana es la base de una belleza sustentable», apunta entre sus conclusiones el estudio de Dove, que se centró en la autopercepción de la belleza en niñas y adolescentes. «Si bien los resultados del estudio son inquietantes, a futuro las niñas argentinas sienten que la confianza aumenta. El 79% cree que cuando crezca sentirá confianza en sí misma. Es la existencia de esta puerta que se abre en el pasaje de la niñez a la adultez la que nos mueve a trabajar por el cambio», dice el trabajo. Y a continuación apunta que la marca impulsará acciones como parte de su misión social «para ayudar a las niñas a desarrollar una autoestima sana para que puedan llegar a la adultez seguras de poseer una belleza única e irrepetible». Entre ellas, el lanzamiento del sitio selfesteem.dove.com.ar con contenidos de referencia y guías relacionadas con la autoestima. Además, lanzó acuerdos con ONG especializadas para trabajar el tema en colegios y en distintos ámbitos.

Un dato: 50% de las argentinas citó a su propia madre como el modelo a seguir. «Vive mirándose al espejo, siempre queriendo ser como las modelos. Mira lo que no tiene y no se da cuenta de lo linda que es», apuntó Viviana Balbuena, madre de Ximena de Santi, de 16 años, en la fila del Dot.

EN EL MUNDO, DISTINTAS PERCEPCIONES

El estudio de percepción de belleza en niñas y adolescentes de 10 a 17 años, encargado por la marca Dove, también fue realizado en varios países del mundo. Así se puede ver que en Brasil, el 19% de las entrevistadas se describió a sí misma como «hermosa». Mientras que el 50% señala que sería más feliz si fuese más hermosa y casi la mitad asegura sentirse más confiada cuando interactúa con otros de manera online.
En la India, el 63% de las entrevistadas se preocupa por su peso y el 53% tiene intenciones de someterse a algún tipo de intervención estética. Un 24% de las niñas y adolescentes se describió como hermosa. El dato hace que las entrevistadas de ese país, en comparación con el resto, sean consideradas las más propensas a calificarse de ese modo.
El 82% de las italianas dice que experimenta presión para ser bellas. En Rusia, el 75% señala haber evitado actividades por una baja confianza en su cuerpo.