Las parroquias vaticanas de Santa Ana y San Pedro abrirán sus puertas a refugiados

La apertura de las puertas de las parroquias de Santa Ana y de San Pedro a las dos familias de refugiados que acogerá el Vaticano, tal como anunció ayer el Papa, «será en breve», dijo hoy a Télam el ceremoniero de la Santa Sede, Guillermo Karcher.

Las dos parroquias vaticanas acogerán «en breve» a familias de refugiados, y ya se está trabajando para identificar a la que se albergará en la de San Pedro, luego del llamado del papa Francisco para que cada parroquia, comunidad religiosa, monasterio y santuario de Europa acoja a una familia de migrantes.

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El arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal Angelo Comastri, dijo por su parte que ya había gestiones en marcha para identificar a la familia que será acogida en la parroquia de la basílica, la cual será elegida de entre migrantes recientemente llegados a la sureña isla italiana de Lampedusa.

El cardenal dijo que recibirán alojamiento en un departamento cerca del Vaticano para que puedan utilizar el sistema de salud de la Santa Sede y no sean una carga para el de Italia.

En entrevista con el canal de TV de la conferencia episcopal italiana, Comastri dijo que la otra prioridad era encontrarle trabajo a los padres de las familias.

«Entonces esperamos que puedan integrarse en el tejido italiano y romano y puedan tener un futuro», señaló.

En medio de la crisis de refugiados en Europa, Francisco anunció ayer que las dos parroquias del Vaticano -San Pedro y Santa Ana- acogerán a dos familias de refugiados y llamó a las parroquias, comunidades religiosas y monasterios de todo el continente a hacer lo propio.

Según dijo Francisco, será «un gesto concreto en preparación del Año Santo» que comienza este 8 de diciembre.

«Ante la tragedia de decenas de miles de prófugos que huyen de la muerte por la guerra y el hambre y están en camino hacia una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser ‘prójimos’ de los más pequeños y abandonados», señaló el papa argentino.

«No sólo a decir ‘¡ánimo, paciencia!’… La esperanza es combativa, con la tenacidad de quien va hacia una meta segura», justificó el santo padre durante el Angelus en Plaza San Pedro.