Los All Blacks esperan por Argentina o Australia

Sin tener una jornada brillante, los neocelandeces derrotaron en forma ajustada a los Springboks y consiguieron el pasaje a la instancia definitiva. El partido fue muy intenso y parejo, ya que Sudáfrica conservó las chances hasta el último minuto.

Los All Blacks dieron otro paso, el penúltimo, hacia una inédita defensa del título mundial. Bajo la persistente lluvia londinense, impusieron su voluntad ofensiva ante el encomiable esfuerzo de los Springboks y se quedaron con la primera semifinal de la Copa del Mundo con un ajustado 20-18. El próximo sábado, Nueva Zelanda enfrentará al ganador de Argentina-Australia por la conquista del trofeo William Webb Ellis.

Fue un duelo apasionante y emotivo, cerrado en el juego y en el tanteador, que hasta último momento se mantuvo abierto. Pero los dos tries de los hombres de negro, apoyados por Kaino y Barret, uno en cada tiempo, pudieron más que la efectividad del apertura sudafricano Handre Pollard, autor con su pie de 15 de los puntos de su equipo.

Así, Nueva Zelanda, campeón del primer torneo (1987) y del último (2011), ambos en su casa, jugará su cuarta final y buscará convertirse no solo en el primer tricampeón, sino también en el primer equipo en poder defender el título. Para Sudáfrica, ganador de las ediciones de 1995 (ante los All Blacks) y 2007, queda el consuelo de disputar el partido por el bronce, el viernes próximo, ante el perdedor del duelo entre Pumas y Wallabies.

No fue un gran partido de los campeones del mundo. Estuvieron, como evidencia el marcador, lejos del brillo y la contundencia mostrada en cuartos de final ante Francia. En parte por la oposición de Sudáfrica, un rival que lo conoce muy bien, pero también por lasreiteradas indisciplinas de los hombres de negro.

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Hacia el final de la primera etapa los All Blacks habían cometido 9 penales y se quedaban con uno menos por diez minutos a raíz de la tarjeta amarilla para Jerome Kaino. Así, el eficaz Pollard volvía a sacar provecho de la situación para poner el 12-7 con que se cerrarían los primeros 40 minutos.

Pero todo cambiaría en el complemento. Dan Carter descontó con un drop, y Steve Hansen mandó a la cancha a Beauden Barrett por Millner-Skudder, para jugar de fullback, y la modificación dio frutos rápidamente con el try de Barrett en la punta.

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La posterior conversión de Carter ponía el partido 17-12 y los Spingboks sufrirían dos nuevos golpes: Brian Habana veía la amarilla por juego sucio y Pollard, después de aportar otro penal, se iría lesionado para dejar su puesto de apertura a Pat Lambie.

A esa altura, las indisciplinas neozelandesas habían mermado y su defensa crecido. Y aunque un penal de Lambie acortó distancias a 11 minutos del final y Sudáfrica fue con todo para dar vuelta el marcador, el 20-18 no se alteraría y el pitazo final encontraría a los All Blacks defendiendo con presión a metros del ingol rival, bien lejos del peligro. Bien cerca de otro título.