Los empresarios detrás de la denuncia

La denuncia contra los argentinos implicados en el escándalo de la FIFA fue realizada por dos oscuros personajes del mundo del deporte. Según pudo saber este portal, el brasileño José Hawilla y el uruguayo Paco Casal fueron quienes salpicaron a tres implicados de nuestro país.

Hawilla, propietario y fundador de Traffic Group, el conglomerado de marketing deportivo de Brasil, se declaró culpable de cuatro cargos en diciembre del año pasado: conspiración de crimen organizado, conspiración fraude, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia. En el marco de su negociación, incriminó a los argentinos Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y su hijo Mariano. Ahora investigan la veracidad de las acusaciones o si fue una estrategia para lograr una reducción de su pena.

El empresario comenzó su carrera como periodista deportivo y fue recientemente señalado por lavado de dinero. Acordó renunciar a 151 millones de pesos, de los cuales $ 25 millones, fueron pagados en diciembre de 2014.

Similar es el caso de Paco Casal. «Yo empecé con un fitito y hoy ando con una Ferrari. Y si quiero me puedo comprar diez Ferraris», se ufanó en una entrevista. El empresario más poderoso de Uruguay fue considerado por los medios internacionales como «el dueño del fútbol uruguayo que controla a clubes, futbolistas y medios».

Casal nació en San Pablo, Brasil, y únicamente por ese impidemento constitucional renunció a su viejo sueño de ser presidente uruguayo. Su mujer es argentina y sus visitas a Buenos Aires son permanentes. Empezó como alcanzapelotas en el Estadio Centenario. Con el tiempo se hizo multimillonario y se convirtió en «prestamista-controlador» de equipos. Al menos 11 clubes de Uruguay dejaron de jugar parcial o definitivamente por deudas de 20 millones de dólares con el Grupo Casal. El adoptado uruguayo se autoproclama el hombre más rico del Uruguay, con una diferencia superior a los 200 millones de dólares sobre quien lo secunda.