Los suplentes de Racing rescataron un empate

Algo es algo. Eso habrán pensado los dos cuando Jorge Baliño marcó el final. Es cierto: Atlético Rafaela hizo más y mereció la victoria, pero al menos sumó su primera unidad en el torneo . Para Racing , una igualdad con suplentes (el director técnico Diego Cocca reservó a sus mejores hombres para la Copa Libertadores) en un terreno difícil no es para menospreciar. Así, entre balances a favor y en contra, el 1-1 fue el saldo de un partido intenso en la noche santafecina.

Lo primero que hay que decir en el análisis general es que se fueron al descanso con un resultado engañoso. Aunque en el fútbol hablar de justicia es inútil, en la tabla de los merecimientos Rafaela tuvo más y mejores posibilidades de gol. Incluso le anularon dos tantos por posiciones adelantes bien sancionadas por el línea Diego Romero, aunque ambas por milímetros (uno a Leonardo Depetris a los 57 segundos de juego). El local inquietó en varios momentos a una defensa de Racing que no hacía pie. Generó peligro con varias pelotas paradas, y en una de ellas Federico González casi abrió el marcador, pero su volea encontró bien parado a Saja. Por la derecha, la velocidad de Ignacio Pussetto (un juvenil de 19 años con un interesante futuro) complicaba a la última línea de la Academia.

Cuando esa primera etapa se despedía con Rafaela buscando como quebrar a Racing, la historia se dio vuelta. Esta vez el que tuvo una pelota parada fue el equipo de Diego Cocca, con la diferencia sustancial que supo aprovecharla. Marcos Acuña lanzó un preciso centro y cerca del punto del penal Nicolás Sánchez metió un cabezazo que doblegó el esfuerzo de Esteban Conde. Gol para Racing y ventaja parcial en la primera mitad.

El amanecer del segundo tiempo puso las cosas en su lugar. Una dosis de justicia invadió Rafaela, y lo hizo desde el botín derecho de Adrián Bastía para cumplir con la ley del ex tan nombrada en el fúlbol. El capitán lanzó un ajustado disparo desde media distancia y la pelota se metió al lado del palo de Saja.

Más allá del empate transitorio, el desarrollo del partido no cambió. Con la necesidad como bandera, Rafaela siguió buscando más que Racing. Sin claridad, es cierto. Pero con mucho ímpetu como para generar opciones. La mayoría a partir de córners, con ventajas claras para cabecear en el área, aunque sin la precisión necesaria para vencer a Saja. Hasta hubo polémicas, como esa mano de Voboril que era penal y que el árbitro Jorge Baliño no sancionó. Lo mismo con un agarrón a Federico González en la puerta del área.

Entre el ir de Rafaela y alguna contra de Racing, el partido ganó en vértigo e intensidad. La Academia lo tuvo dos veces en un segundo, cuando Brian Fernández esquivó al arquero y con el arco a disposición remató al palo, y del rebote Facundo Castro , con comodidad y tiempo para definir, pateó la pelota por encima del travesaño. Esa jugada hizo que el entrenador Diego Cocca sintiese que el partido se podía ganar, por lo que decidió el ingreso del goleador del momento: Gustavo Bou .

Racing ya lleva cuatro años sin ganar en Rafaela (la última vez fue en el Apertura 2011 con gol de Teo Gutiérrez, de penal). De 10 choques del equipo de Avellaneda como visitante, solamente ganó tres, y fueron los primeros encuentros, con cuatro éxitos de la Crema. Números que explican la dificultad que tiene Racing en esta cancha. Para Rafaela, la peor estadística es la de este torneo, que lo tiene en las posiciones del fondo y con su entrenador, Roberto Sensini , caminando por la cuerda floja partido a partido.