Maduro es criticado por darle poder a los Chávez

El presidente de Venezuela sacó a Elías Jaua de la Cancillería y puso en su lugar a Rafael Ramírez, que encabezaba la cartera que ahora quedó a cargo de Asdrúbal Chávez; enumeró «cinco grandes revoluciones» de cara al futuro.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro , designó ayer al primo del fallecido mandatario Hugo Chávez, Asdrúbal Chávez, ministro de Petróleo y Minería, y a su antecesor, Rafael Ramírez, lo trasladó al Ministerio de Relaciones Exteriores, después de 15 años al frente de la política petrolera del país.

En lo que llamo una «nueva etapa» en la revolución bolivariana, Maduro anunció al país una reorganización del Estado, en la que agrupó a los ministerios del gabinete en seis vicepresidencias, e hizo énfasis en lo que llamó una «revolución de la economía productiva».

Con la creación de las vicepresidencias, el Jefe de Estado realizó algunos enroques de ministros y fusionó varios despachos, con la idea de mejorar la eficiencia del Estado, en momentos en que el país sufre una inflación galopante, severos problemas de escasez y la caída de la producción de algunos sectores básicos por la falta de materias primas e insumos.

Según anunció, la vicepresidencia económica estará a cargo del oficial militar retirado Marcos Torre, quien además seguirá al frente del Ministerio de Finanzas. Esa vicepresidencia estará encabezada por Asdrúbal Chávez, quien estaba a cargo de la dirección de refinación de la empresa estatal Petróleos de Venezuela.

Ramírez, quien durante los 15 años del gobierno bolivariano estuvo al frente de la industria petrolera como ministro y presidente de PDVSA, se muda a la cancillería, mientras que su antecesor, Elías Jaua, pasa a la vicepresidencia del socialismo territorial y ministro de Comunas.

EL SACUDÓN

En una presentación que venía demorando desde hacía casi dos meses, Maduro anunció así su «revolución dentro de la revolución», un «sacudón» revolucionario para cambiar el estado «burgués, capitalista».

La nueva etapa de su gobierno «se define con cinco grandes revoluciones», a desarrollar en los próximos cinco años y que identificó bajo los títulos de «revolución económica», «revolución del conocimiento», «revolución de las misiones socialistas», «revolución política del Estado» y «revolución del socialismo territorial».

Estas revoluciones, explicó el mandatario por cadena nacional, «son motores para el logro y avance en los próximos cinco años de los cinco objetivos históricos» del Plan de la Patria.

La revolución económica apunta a «desarrollar medidas que incentiven la producción nacional y permitan que se creen condiciones para la exportación en Venezuela».

La revolución del conocimiento estará «orientada al desarrollo tecnológico del país para la construcción de una nueva sociedad», indicó el mandatario, según consigna el portal del canal Globovisión.

En tanto, para la revolución de las misiones socialistas pidió asumir «con conciencia esta construcción de la nueva sociedad con derechos sociales».

La revolución política del Estado, explicó Maduro, «tiene como objetivo transformar todas las estructuras para construir un Estado democrático popular».

Por último, mencionó la revolución del socialismo territorial, que implica «la reorganizacion de los servicios, la consolidación del modelo comunal y asumir el nuevo modelo ecosocialista para la planificación del futuro».

RAMÍREZ

Rafael Ramírez, relevado de sus cargos como ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, que ocupaba desde 2002 y 2004, y nombrado canciller de Venezuela, es un ingeniero de 51 años que reformó la poderosa industria petrolera para ponerla al servicio del chavismo.

Durante estos más de 12 años, Ramírez supo mantenerse al frente de este sector clave, que provee el 96% de las divisas de la economía venezolana y financia el gasto público y los programas sociales del chavismo.

Para ello, al tiempo que le ha tocado manejar la mayor bonanza petrolera de la historia de Venezuela, ha tenido que sortear importantes escollos, como una huelga general de dos meses orquestada desde la propia petrolera, un referendo revocatorio vinculante que amenazó con sacar del poder a Chávez en 2004 y una explosión en una refinería que mató al menos a 42 personas en 2012.

Pero con su salida de su doble cargo deja pendiente una medida reclamada desde muchos sectores en tiempos de escasez de divisas: el aumento del precio de la gasolina, la más barata del mundo y que supone unas perdidas millonarias al estado.

La lealtad de Ramírez a Hugo Chávez le convirtió en uno de sus funcionarios más cercanos, al punto de que dos veces le ofreció ser vicepresidente de la República, y con su nombramiento este martes como canciller se confirma como el ministro con más años en el gobierno chavista.

Agencias AP, AFP, DPA y Reuters