Marcha multitudinaria en México

Una marcha multitudinaria que culminó en la Plaza del Zócalo de Ciudad de México, con personas que portaban antorchas y fotografías de las víctimas, volvió a exigir la aparición con vida de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre en el sur de México.

Decenas de miles de personas, entre ellas estudiantes de distintas universidades, familiares, manifestantes en bicicleta, avanzaron desde las inmediaciones de la residencia oficial de Los Pinos hasta el Zócalo, rodeado por la catedral, el Palacio Nacional y el ayuntamiento exigiendo la aparición con vida de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre en la ciudad de Igualada, al sur de México.. Entre ellos estuvo la Premio Nobel de la Paz 1997 Jody William, según informó el portal del diario «El Universal».

«Peña renuncia» y «Los queremos vivos» fueron algunos de los carteles que portaron los manifestantes.

El martes, el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa fueron detenidos como autores intelectuales de la desaparición de los jóvenes.

Los estudiantes de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos», del sureño estado de Guerrero, fueron perseguidos por la policía
municipal por órdenes del alcalde de Iguala, según la fiscalía, para evitar que interrumpieran un acto de su esposa en esa ciudad, ubicada 200 kilómetros al sur de la capital.

Hubo seis muertos y 25 heridos y la policía se llevó a 43 jóvenes, que supuestamente entregó a sicarios del cártel Guerreros Unidos. Todavía no hay pistas sobre su paradero.

En Chilpancingo, capital de Guerrero, estudiantes de distintas escuelas normales también se movilizaron para exigir la presentación con vida de los desaparecidos y reclamar justicia para los fallecidos.

«Estamos dispuestos a continuar con nuestras movilizaciones, no pararemos hasta que nos los entreguen con vida y se haga justicia para los que asesinaron, aunque para ello tengamos que exponer nuestras vidas», dijo Sandra Vega, integrante del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero.

El abogado de las familias, Vidulfo Rosales, dijo hoy que la detención del alcalde no ha aportado «ningún dato relevante» y que las esperanzas de dar con los jóvenes «se desvanecen cada día más».

«Se esperaba que esta detención aportara más datos, que hubiera datos sustantivos. No los hay», dijo Rosales, abogado del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, a la cadena radiofónica Fórmula.

Abarca, de 53 años, y su esposa María de los Ángeles Pineda fueron arrestados la madrugada del martes en una casa del barrio de Iztapalapa en la Ciudad de México, después de más de un mes prófugos.

Sicarios detenidos en las últimas semanas dijeron a las autoridades que los jóvenes fueron asesinados, pero hasta ahora no han sido encontrados ni vivos ni muertos y los primeros estudios de ADN realizados a 38 cuerpos hallados en fosas descartaron de manera preliminar que se trate de ellos. Ahora están a la espera de resultados del prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense, designado por las familias para hacer un peritaje independiente.