María Becerra, Londra y un escándalo por contratos leoninos

Era uno de los artistas más taquilleros pero, de repente, quedó silenciado. Y no fue por voluntad propia sino por una disputa que involucra millones de pesos.

Tiene 23 años y surgió de competencias de freestyle, como la mayoría de sus colegas. Rápidamente se convirtió en un referente del trap argentino y, por supuesto, el que más facturaba. Paulo Londra es un cordobés que hizo mucho ruido pero, desde hace un tiempo, está con el mic cerrado, sin cantar, suspendido en el aire. Y que ello suceda no es por una elección artística sino porque enfurecido con la discográfica Big Ligas decidió no generar un solo centavo más.

Como en tiempos inmemorables, el sello armó un contrato leonino y se lo hizo firmar al chico. «Qué triste wacho… qué triste que haya pibitos/as por ahí queriendo cumplir sus sueños, bancándose todo solos, viniendo de abajo, y que se crucen con hijos de pu… que se aprovechan de su inocencia, su desconocimiento haciéndoles firmar contratos tan sucios”, se descargó en las redes cuando hizo oficial la desvinculación de la disquera. 

El año pasado se conoció un comunicado oficial en el que Londra aclaraba que “el proceso (judicial contra Big Ligas) ha terminado, ha sido cuesta arriba, y ha mantenido al artista ocupado en este asunto”. El texto detallaba que el sello del colombiano Daniel Oviedo le había impuesto un contrato de exclusividad sin su total consentimiento por falta de información.

“Confié en ellos, rechacé otros contratos porque decían que no eran lo mejor para mí. Estaba entusiasmado, pensé que todo lo mejor posible estaba por venir. Les dije que nos llamemos Big Ligas porque vamos a crecer tanto independientemente que nos van a admirar”, repasó el cordobés sobre la política del sello.

En otro tramo del escrito que Paulo generó desde la ciudad de Córdoba donde se encuentra con su familia, señaló: “Siempre querían aparecer en los videos, siempre me decían qué decir, yo no podía decidir nada. Ellos se ponían delante mío y recibían todo de otros artistas, otras propuestas y a mí nada me llegaba, ni me enteraba o solo me enteraba lo que ellos querían. Fue muy frustrante”.

Pero esa es la primera parte de la historia. Resulta que en las últimas horas otra joven promesa del trap recibió una lluvia de críticas porque decidió mostrarse públicamente con, precisamente, el verdugo Oviedo. Se trata de María Becerra, quien intentó poner paños fríos, le deseó lo mejor a Londra y planteó que ella solo quiere seguir adelante con su carrera.

María publicó una historia junto a Ovy on the drums (apodo de Oviedo en redes). “¿Adivinen qué viene?”, posteó primero el productor, a lo que ella le respondió: “Un placer trabajar con vos”.

Todo fue tomado como una “traición” por quienes siguen y defienden a Londra, de hecho rápidamente explotaron las redes con un #FreePaulo para que finalmente se pueda romper con el contrato leonino y el joven cordobés pueda volver a hacer música. La respuesta oficial de Paulo Londra fue un: “Ni sé cómo le dan cabida a giles” y otro tuit diciendo que “Gracias a Dios me desahogo cantando”. Parece que el trapero, acorralado por las letras del contrato, se mantiene sin exposición pero preparando material para cuando pueda hacerlo sin generarle ingresos a Big Ligas, el sello en cuestión.