Mendoza se prepara para implementar el PERMER II

Se trata del segundo tramo del programa que beneficia a las familias del sector rural de la provincia y cuyo sustento financiero esta dado por el Banco Mundial, está próximo a su lanzamiento permitiendo a muchos mendocinos aumentar su desarrollo y mejorar su calidad de vida en los sitios alejados de los centros urbanos.

El Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER), que tiene una importante implementación en la provincia por su alto contenido social, ya que apunta al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades rurales dispersas y lejanas de los centros urbanos, ahora está próximo a aplicarse en una segunda etapa. El programa financiado por el Banco Mundial y otros sistemas crediticios nacionales y provinciales.

Al respecto el ministro de Energía Macos Zandomeni señaló que la iniciativa apunta a que los usuarios de este sistema, se les provea de un servicio eléctrico básico dirigido a iluminación y comunicación. “Se espera que haya un considerable mejoramiento de la calidad de vida de estas poblaciones y un impacto positivo en educación, productividad y desarrollo social”, dijo.

El programa también beneficia al sector privado al permitir la creación de puestos de trabajo en las áreas de concesión. El beneficio ambiental global del proyecto será la creación de mercados sustentables de sistemas solares residenciales, contribuyendo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Comunicación permanente e integral con municipios para el logro de los objetivos, finalizó el funcionario.

El PERMER se viene aplicando desde el año 2004, un estudio permitió determinar el potencial del mercado eléctrico rural disperso en todo el territorio provincial, el grado de aceptación de un servicio eléctrico de baja tensión y la disposición a pagar por tal beneficio.

Actualmente en Mendoza, la provisión del servicio eléctrico mediante energía solar alcanza a más de 1.500 puestos de áreas rurales dispersas en distintos puntos de la provincia, y la operación y mantenimiento de esta modalidad están a cargo de las empresas distribuidoras que operan en el área.

Para poder avanzar en las metas establecidas, se diseñaron elementos contractuales denominados Contratos de Abastecimiento a partir de Fuentes Renovables (Resolución 712/2009), a realizarse entre el MEM, representado por la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) y ofertas de generación presentados por la empresa ENARSA. Por lo que podemos mencionar que hasta el momento, se adjudicaron en el país, mediante esta modalidad energética, 895 MW de potencia: eólica 754 MW, térmica con biocombustibles 110,4 MW, pequeños aprovechamientos hidroeléctricos 10,6 MW, solar fotovoltaica 20 MW.

Un dato más para aportar a este programa, suponiendo que todos los proyectos estuvieran operativos en el año 2016, y considerando un crecimiento de la demanda en el MEM del 4% anual, la generación proveniente de las centrales de energía renovable sería cercana a los 3.500 Gwh/año a nivel nacional. Se alcanzaría con esta producción de electricidad cubrir el 3,5% del total de energía eléctrica necesaria para cubrir la demanda en el año 2016, a mitad de camino del objetivo del 8% establecido por la ley 26.190. Por lo que la provincia no está ajena a este panorama.

El convenio oportunamente firmado con empresas distribuidoras eléctricas de Mendoza, tiene como principalmente cumplir con el programa, que aporta beneficios a numerosos mendocinos que se encuentran comprendidos en este plan de inclusión de zonas rurales muy alejadas de los centros urbanos.

Recordemos que los principales beneficios de PERMER son: impulsar la iniciativa que apunta a que los usuarios de este sistema, se les provea de un servicio eléctrico básico dirigido a iluminación y comunicación. Se espera que haya un considerable mejoramiento de la calidad de vida de estas poblaciones y un impacto positivo en educación, productividad y desarrollo social. Por otra parte, el sector privado se beneficia al permitir la creación de puestos de trabajo en las áreas de concesión.

El beneficio ambiental global del proyecto será la creación de mercados sustentables de sistemas solares residenciales, contribuyendo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Comunicación permanente e integral con municipios para el logro de los objetivos.