Millones de austríacos eligen presidente entre la extrema derecha y un ecologista

Por segunda vez, millones de austríacos votaban este domingo el balotaje presidencial entre los candidatos Norbert Hofer, líder de un partido neonazi y referente de la extrema derecha del país, y Alexander Van der Bellen, exdirigente del Partido Verde, luego que los comicios de mayo pasado fueran suspendidos.

Los sondeos prevén un final cerrado, cabeza a cabeza ya que hace seis meses cuando Van der Bellen, un exprofesor de economía, ganó el primer balotaje fallido lo hizo con apenas un margen de 0,7%, es decir, unos 31.000 votos, según la agencia de noticias EFE.

Los dos candidatos votaron hoy temprano y se mostraron optimistas y cautos a la vez. Sonriente en una jornada soleada y fría, Van der Bellen apareció sobre las 11 hora local en un colegio electoral del centro de Viena para votar con un séquito de periodistas a su alrededor.

Por primera vez, la prensa no puede estar en el interior de los colegios electorales, una medida adoptada después de que el Tribunal Constitucional de Austria ordenara la repetición de la segunda vuelta de las presidenciales, anuladas por una impugnación del Partido Liberal de Austria de Hofer, por irregularidades formales.

«Estas elecciones no son sólo sobre dos personas, sino si Austria sigue siendo un miembro firme de la Unión Europea (UE), algo que va en interés de toda Europa», aseguró el candidato ecologista de 72 años antes de entrar al centro de votación.

Mientras tanto, en la localidad de Pinkafeld, en el estado regional de Burgenland, en el este del país, su rival, Hofer, un ingeniero aeronáutico de 45 años, se declaró «tranquilo y optimista» antes de emitir su voto, y volvió a intentar aplacar los miedos que generó la versión de que una victoria suya significaría un referéndum inmediato para sacar a Austria de la UE.

Ayer su partido tuvo que desmentir unas declaraciones del político eurófobo británico Nigel Farage, una de las voces más importantes detrás del Brexit, en las que el dirigente inglés daba por hecho que con Hofer habría un referéndum para decidir la salida de la UE, como había hecho el Reino Unido.

Hofer, conocido por su euroescepticismo y sus críticas a la UE, ha asegurado durante la campaña que si, tras el Brexit, el bloque europeo pretende ahondar en un modelo más federal habría que consultar a la sociedad austríaca.

Si bien una última encuesta ubicó a Van der Bellen como el vencedor con un 51% de los votos, es el candidato de la ultraderecha quien ha encabezado los sondeos de las últimas semanas, aupado por el auge de la derecha populista en Europa; y tras el triunfo del Brexit en el Reino Unido y de Donald Trump en Estados Unidos.

Hofer, quien actualmente ocupa la vicepresidencia tercera del Parlamento, logró conectar con un electorado hastiado de los partidos tradicionales, los Socialdemócratas (SPÖ) y los Demócratacristianos (ÖVP), que desde 1945 se alternan en el poder.

Con sus buenos modales y su sonrisa siempre impresa, Hofer, de 45 años, explotó en sus discursos el malestar de los austriacos ante la llegada de unos 120.000 refugiados en menos de dos años, en un país de 8,5 millones de habitantes.

«No quiero que Austria se convierta en un país islámico», sostuvo el candidato ultranacionalista que teme un aumento de la tasa de natalidad entre entre los inmigrantes, a los que vinculó en más de una ocasión al crimen y al terrorismo.

Pese a sus formas educadas, varios analistas políticos lo definen como un «lobo con piel de cordero» y aseguran que cuando llegue al poder revelará sus verdaderas intenciones.

Si Hofer gana las elecciones de este domingo, será la primera vez que un país miembro de la UE tenga como jefe de gobierno a un líder de extrema derecha y dirigente de un partido neonazi.

Los primeros resultados se esperan después del cierre de los centro de votación, a las 17 (13 hora argentina), y los primeros datos finales no oficiales hacia las 19.30 (14.30 hora argentina).

No obstante, si el resultado es tan cerrado, como los sondeos pronostican, habrá que esperar a que se contabilicen los votos emitidos por correo, que podrían representar un 20% del total.