Nuevo diseño educativo

No falta tanto para el año 2030. Son dieciseis años para proyectar una escuela y una manera de aprender y enseñar hacia el futuro que contemple e incorpore las transformaciones socio-históricas que imprime este frenético siglo XXI.

Seguramente ese espacio aúlico, casi sagrado, con el profesor al frente de un grupo de alumnos sentados mirando hacia él, en el 2030, ya no será el mismo. La clave del debate será cómo y en qué eslabones del proceso educativo se instalará y ocurrirá esa reinvención.

Teniendo en cuenta uno de los aspectos más interesantes de esta encuesta 2014 que encaró el World Innovation Summit for Education (WISE), el futuro de la escuela y la educación se desprende sobre las bases de lo que hoy funciona bien. Y no necesita reinventarse por completo.

Ahora, ¿cuál será la justa medida entre la inyección renovadora que aportarán las nuevas tecnologías y la capacidad de discernimiento y profundización de los contenidos online o de la Big Data, esa acumulación casi paralizante de sobreinformación que inhibe muchas veces la posibilidad de pensar?

¿Cuál será el rol de los profesores? ¿Existirá un idioma global en la educación del siglo XXI? ¿Deberían las escuelas priorizar las habilidades personales por sobre el conocimiento académico? ¿Alcanzará con el diploma para la certificación profesional?

Estas son algunas de las preguntas medulares que se propuso abordar la iniciativa WISE -fundada en 2009 por la Fundación Qatar- por sus siglas en inglés, World Innovation Summit for Education , cuya cumbre mundial se realizará en Doha, Qatar, entre el 4 y 6 de noviembre próximo.

La encuesta «Cómo será la escuela en el año 2030» se realizó entre 645 expertos globales entre el 3 y el 30 de junio de 2014. Infobae accedió en forma exclusiva al informe de las conclusiones de la encuesta WISE y aquí las presenta.

Inside sobre el futuro
El gran valor agregado de la encuesta de WISE lo completan los cinco expertos destacados que interpretaron cada una de las conclusiones y los datos duros de la investigación. Ellos son, el lingüista y filósofo norteamericano Noam Chomsky; el profesor indio, Sugata Mitra, de la Universidad de Newcastle, Inglaterra; John Mahaffy un estudioso del futuro de la educación y cofundador de la Asociación de Profesionales del Futuro; Yasar Jarrar, uno de los líderes de los Emiratos Árabes más brillantes del WEF (World Economic Forum ) y Julia Gillard, ex primer ministro de Australia y también ex ministra de Educación.

Conclusión 1: De las fuentes calificadas al valor del «click»

Este punto estuvo dividido entre los expertos que respondieron: aquí se plantea uno de los desafíos pendientes de la accesibilidad a los contenidos online. Se trata del valor y la jerarquización de las fuentes del saber. Casi la mitad de los encuestados (el 43%) refiere al contenido online provisto por personas especializadas y/o instituciones privadas como la fuente más importante de conocimiento.

Sobre los contenidos online el experto Noam Chomsky, considerado el padre de la lingüística moderna, es categórico: «Comparto el punto de vista del 43 por ciento de los expertos de la encuesta de que el contenido online es una herramienta pedagógica, útil para aliviar los problemas de acceso, pero no es suficiente como modelo para la educación».

Chomsky cita la experiencia en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) donde trabaja actualmente para rescatar el aporte al conocimiento del aquí y ahora. «En el MIT mientras se escucha una conferencia, se completa el proceso educativo con lo que aportan los colegas y las reflexiones en vivo de otros profesores. Por eso creo que es improbable que pueda sobrevivir la educación online, porque será una experiencia más empobrecida. Aunque claramente es una ventaja para aquellos que no podían compartir la experiencia in situ».

Sobre este punto, el 13% de los encuestados priorizó como fuentes autorizadas a los factores externos del alumno: ambiente social y personal que lo rodea; mientras que el 8% cita el lugar de trabajo, y el 3 por ciento cita a las instituciones culturales como las principales fuentes de conocimiento en el futuro.

Conclusión 2: La innovación en educación será un atributo muy valorado
Este punto tuvo consenso categórico entre los que respondieron la encuesta. El 93% de los encuestados se mostró a favor de que las escuelas implementen métodos innovadores basados ​​en nuevos enfoques de enseñanza y procesos creativos. Sólo el 7% considera que las escuelas volverán a los valores fundamentales y las tradiciones.