Periodistas sin autorización

La directora de la escuela Provincia de Catamarca del paraje El Bobadal, denunció en la Comisaría de Tartagal a periodistas televisivos de esa ciudad y de un medio gráfico salteño por violación a la propiedad institucional al ingresar al edificio sin autorización, tras el asesinato de la docente Evelia Murillo.
Según la directora «las imágenes que se tomaron y se difundieron no corresponden con lo que se informó y que provocaron hostigamiento” hacia su persona.

El domingo posterior a la muerte de la docente, los periodistas sacaron la cadena de una de las puertas de la escuela e ingresaron sin autorización de la directora, Mirta Montiveros, para tomar imágenes del lugar. La docente en el momento de la tragedia estaba ausente por razones de salud.

«Cuando todavía no habían sido inhumados los restos de Evelia, los acusados entraron al establecimiento sin pedir permiso a nadie. Por el apuro de lo sucedido, las personas que quedaron, ataron la cadena de la puerta con un alambre. Los acusados entraron a filmar el aula, sacaron los cuadernos de los chicos y filmaron las tareas y el pizarrón, ¿con que atribución?», enfatizó Montiveros.

«Al lado de una de las aulas hay una habitación que está en construcción donde tenemos una cucheta donada por una fundación y una camita con un colchón de cinco centímetros. En ese lugar decidimos que iban a jugar las nenas porque comenzaron a aparecer las víboras”. En un diario pusieron «esa fue la última morada de la maestra asesinada». Me dolió muchísimo porque sacaron algo que no es, los dormitorios estaban con llaves. Yo no soy tan inhumana como para poner a una docente en esas condiciones y ella tampoco lo hubiera permitido», agregó.

«También filmaron el cesto de basura de un baño que no estaba en condiciones porque después de la tragedia no fueron las ordenanzas a limpiar por el miedo y por lo sucedido. En cualquier parte podemos encontrar un baño sucio. Ellos ponen eso con el solo fin de vender y la gente que no sabe cuál es la realidad», manifestó dolida la responsable de la institución. La docente remarcó que los periodistas ingresaron sin su consentimiento y que con la información malintencionada desprestigiaron a la institución y a ella, quien recibe insultos en la calle y telefónicamente.