Los evangélicos que visita Francisco

La noticia de que el papa Francisco se desplazaría hasta Caserta para visitar a un pastor evangélico causó sorpresa. Pero este encuentro que durará todo el día lunes no es un gesto inusual o aislado por parte del pontífice argentino. Ya desde sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio acostumbraba a reunirse regularmente con pastores evangélicos para orar junto con ellos.

Como lo contó a Infobae el pastor evangélico argentino, Jorge Himitian, quien también participará del encuentro interreligioso en Caserta, Jorge Bergoglio conoció al pastor Traettino en el año 2006, en una jornada de oración entre católicos y evangélicos en el Luna Park.

En esa ocasión nació una amistad y desde que Francisco está en Santa Marta, Traettino lo visita allí más o menos una vez por mes. Así surgió la idea de la visita, que será privada, en el sentido de que no se trata de un encuentro a nivel oficial.

Este pastor de Caserta es uno de los muchos referentes de una corriente pentecostal que, en Italia y en otros países, tiene un vínculo con el movimiento carismático católico, con el que comparten el estilo y la práctica. El pasado 1º de junio, el papa Francisco asistió a un encuentro multitudinario -50.000 personas se dieron cita en el estadio olímpico de Roma- de Renovación del Espíritu, el mayor grupo italiano de la corriente carismática católica.

Y fue precisamente un referente carismático católico, el líder laico Matteo Calisi, quien inició en Buenos Aires el acercamiento de esa vertiente con los evangélicos argentinos.

La corriente pentecostal surgió en el seno del protestantismo hace aproximadamente un siglo y vivió una espectacular expansión, en buena medida a costa de las denominaciones evangélicas más tradicionales y de la Iglesia Católica.

En la actualidad, de los 2 mil millones de cristianos que se calcula hay en todo el mundo, los evangélicos pentecostales representan aproximadamente un tercio. Dentro del protestantismo, son las tres cuartas partes.

Un nuevo ecumenismo

En Italia, Matteo Calisi –católico carismático– y Giovanni Traettino –evangélico son referentes de un nuevo ecumenismo, diferente del ecumenismo «oficial»: el que involucraba en el plano institucional al Vaticano y al Consejo Mundial de Iglesias, el organismo que agrupa a las iglesias protestantes tradicionales y también a los católicos ortodoxos.

Este acercamiento y diálogo entre los carismáticos y los evangélicos italianos se trasladó también a Buenos Aires, por iniciativa del mismo Calisi.

El pentecostalismo, que toma su nombre de la fiesta de Pentecostés, el momento en que, 50 días después de la resurrección de Jesús, estando reunidos varios de sus discípulos, viven la experiencia del descenso sobre ellos del Espíritu Santo y sus carismas, o dones milagrosos, que proveen a los seguidores de Cristo de la fortaleza y las calidades necesarias para salir al mundo y evangelizar. Según el relato bíblico, ese día, los discípulos hablaron en distintas lenguas. Algunos consideran que es un simbolismo que representa la misión que les da Dios de ir por todo el mundo predicando en el idioma de cada lugar.

También la Iglesia Católica, en los tiempos posteriores al Concilio Vaticano II, tuvo en su seno un movimiento análogo al evangélico, la renovación carismática, que algunos llaman «pentecostalismo católico».

En ambos casos, pentecostalismo y corriente carismática, se trata de una práctica o experiencia religiosa más corporal, más directa con la divinidad, por la cual se accede a esos «dones» del Espíritu Santo, y es también con frecuencia un movimiento de sanidad. Es usual entre ellos la referencia a «tener una experiencia con Cristo». Habitualmente sus reuniones de oración o adoración son mucho más musicales y expresivas que las misas o cultos tradicionales.

La corriente pentecostal protestante puede dividirse en dos oleadas. Una primera en la cual se constituyeron grandes denominaciones dentro de esta corriente, como la Asamblea de Dios. Y una segunda, de grupos más pequeños, autónomos, incluso de congregaciones únicas. La iglesia del pastor Traettino –llamada Iglesia Evangélica de la Reconciliación- que visitará Bergoglio es de este último estilo, al igual que los pastores con los cuales se reunía regularmente en Buenos Aires.

El acercamiento entre esta corriente evangélica y los carismáticos católicos –que evidentemente el Papa ve con buenos ojos- no pasa tanto por el debate teológico como por la experiencia común. En palabras del pastor Himitian, se trata de un «ecumenismo espiritual».