Recarga sin cable

Recargar el smartphone sin cable: suena como un salto cuántico tecnológico. “No. En realidad, el principio es viejísimo”, dice el profesor de física Jürgen Haase, de la Universidad de Leipzig, Alemania. Para que uno se convenza de que es así, basta con echar un vistazo al cuarto de baño, porque recargar los cepillos de dientes eléctricos ya está funcionando según el mismo principio que también permite alimentar celulares y tabletas.

Aun así, no es posible renunciar totalmente al cable, porque el propio cargador tiene que estar conectado a un enchufe; lo único que ya no existe es la conexión por cable entre el cepillo de dientes y la base. “No podemos prescindir totalmente de un cable”, dice el físico Sönke Harm, de la Universidad de Kiel.

En el mismo principio técnico como el cepillo de dientes eléctrico está basado el estándar Qi, que ya se está aplicando en algunos aparatos. Los dispositivos y los cargadores que dan soporte a Qi permiten sobre todo que la vida cotidiana con el smartphone sea más cómoda. “Sólo es necesario colocar el aparato en el cargador y ya comienza la recarga, sin la molesta presencia de un cable”, dice Alexander Spier, redactor de la revista alemana de computación “c’t”.

La ausencia del cable también resulta útil porque los pequeños dispositivos móviles les dejan a los fabricantes poco espacio físico para un conector, que tiene que ser pequeño y al mismo tiempo robusto. “Los contactos de esos conectores pequeños fácilmente se ensucian, lo que puede causar problemas de contacto, la rotura de cables o daños mecánicos en el conector”, dice Harm.