Recrudece la violencia en Ucrania

La violencia volvió a recrudecer en el este de Ucrania luego del fracaso de las recientes negociaciones de paz. Por lo menos 13 soldados ucranianos y siete civiles murieron en combates durante el fin de semana en las provincias de Donetsk y Lugansk, donde desde hace casi diez meses el gobierno intenta sofocar un levantamiento separatista prorruso.

Los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y los separatistas de la región de Donetsk y Lugansk no han cesado en las últimas semanas, pero se intensificaron durante los últimos días por el estancamiento del diálogo. «Los combates continúan en todas las secciones del frente», dijo en un comunicado el vocero militar de Kiev, Volodymyr Polyovy.

La cifra de muertes de militares y civiles aumentó en las últimas dos semanas, después de que los rebeldes lanzaron una nueva ofensiva en el este de Ucrania.

Enviados de Ucrania, Rusia y de los separatistas se reunieron anteayer en Minsk, Bielorrusia, en el marco de nuevas negociaciones de paz bajo el patrocinio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Pero las reuniones terminaron sin un acuerdo para un nuevo cese del fuego y con reproches cruzados entre los representantes del gobierno ucraniano y los separatistas.

Las esperanzas de una reducción de la tensión se evaporaron anteayer, cuando los enviados de Ucrania y los separatistas se acusaron mutuamente de sabotear las negociaciones.

En un comunicado difundido ayer, la OSCE responsabilizó a los rebeldes ucranianos por el fracaso del diálogo. «No estuvieron ni siquiera preparados para discutir la implementación de un cese del fuego y un repliegue del armamento pesado», sentenció la organización.

La primera tregua se firmó en Minsk en septiembre pasado. Sin embargo, desde el primer momento ambos bandos se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego.

Los enfrentamientos fueron muy intensos este fin de semana en los alrededores del pueblo de Debaltseve, según las autoridades ucranianas. «No hay dudas de que hay un encierro o un corte de las principales líneas de comunicación. Pero la situación está bajo control», dijo el vocero de Kiev.

Según el Ministerio del Interior ucraniano, a los 13 soldados muertos en los combates se sumaron siete civiles que habrían muerto en ataques de artillería lanzados ayer contra Debaltseve, donde el suministro de energía eléctrica y agua estuvo cortado durante varios días.

Todo indica que Debaltseve podría convertirse en el nuevo epicentro de la guerra civil que sufre el país.

En Donetsk, bajo control rebelde, una testigo vio el cadáver de un hombre joven en una calle en el centro de la ciudad. Nadezhda Petrovna, una vecina de 68 años, dijo que el hombre intentaba huir del ataque cuando un proyectil cayó frente a él. «Todos los días es así. La gente está muriendo, estamos durmiendo totalmente vestidos para poder correr hacia el sótano. Esto se está volviendo insoportable», advirtió.

LLAMADO

Por otra parte, el presidente francés, François Hollande; la canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Estado de Ucrania, Petro Poroshenko, hicieron ayer un llamamiento conjunto a «un alto el fuego inmediato» en el este del país, informó el gobierno francés en un comunicado.

En una entrevista telefónica, los tres mandatarios hicieron un balance de la situación en Ucrania y lamentaron el fracaso de las discusiones celebradas en Minsk.

Agencias AFP, AP y Reuters