Rosario: los fiscales pidieron chalecos antibalas

El Ministerio Público de Acusaciones resolvió que cuando los funcionarios judiciales vayan a la escena de un crimen lleven «por precaución» ese elemento de seguridad. En lo que va del año ya hubo 47 asesinatos.

La creciente violencia en la ciudad de Rosario llevó al jefe de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, a exigir al Ministerio Público de la Acusación chalecos antibalas para los fiscales de modo preventivo.

Así, los fiscales que investigan homicidios llevarán dos de esos elementos de seguridad a la escena del crimen. «Concurrimos al lugar del hecho, nos encontramos con familiares y allegados a las víctimas y a los presuntos autores. Es una zona donde hubo violencia previa, podría haber un nuevo hecho. Por lo tanto, debemos prevenir», indicó Spelta en declaraciones a Radio 2.

El fiscal de Cámara de Rosario, Guillermo Camporini, también opinó que «es válido» el pedido de chalecos antibalas porque -según destacó- «el crecimiento de la violencia ha sido exponencial en Rosario».

Ambos funcionarios judiciales coincidieron en que la función del fiscal siempre conlleva un riesgo y, lógicamente, siente cierto temor. «Si se asumió una responsabilidad como es la de desempeñar la tarea de fiscal, uno tiene que estar preparado para este tipo de situaciones», agregó Camporini.

Los funcionarios advirtieron también que la violencia se ha instalado en la ciudad como una forma de resolución de conflictos. El miércoles último en Rosario se registró un intento de robo y dos crímenes, lo que lleva a 47 el número de asesinatos en la ciudad desde principio de año.

La prensa también en alerta

El pasado miércoles un joven de 20 años fue acribillado en un presunto enfrentamiento entre bandas. Mientras realizaba la cobertura televisiva del hecho para Canal 3, una periodista debió refugiarse en una vivienda luego de que se escucharan dos disparos.

«Estábamos en el lugar, pasaron motos y la gente empezó a correr. Desde una casa nos abrieron la puerta para que nos metiéramos. Estábamos indefensos», comentó Almudena Munera Muñoz. «En un tiempo no podremos ya entrar a algunos barrios, hay cierto odio a los periodistas», analizó.