Rousseff pidió que ignoren a los que apuestan a su fracaso

La presidenta de Brasil insistió en que la crisis es «pasajera» y será superada, al tiempo que el vice, Michel Temer, afirmó que el país corre el riesgo de caer en una crisis como la griega.

«Brasil precisa más que nunca que las personas piensen primero en el país, en lo que le sirve a la Nación y a la población, y que sólo después piensen en sus partidos y sus proyectos personales», declaró la mandataria durante un acto de entrega de viviendas en el estado de Maranhao (noreste).

Según Rousseff, la economía brasileña, que este año cerrará con una contracción del 1,5 %, de acuerdo con previsiones del gobierno, está en medio de una «travesía» y para llegar a buen puerto «precisa estabilidad».

La mandataria sostuvo que «cuando hay alguna dificultad, no sirve estar peleando unos contra otros» y que «nadie que piense en Brasil y en su pueblo puede aceptar la teoría de que si no le gusta el gobierno hay que debilitarlo».

Sin mencionarlo directamente, Rousseff aludió a los sectores opositores que convocaron a manifestaciones para el próximo domingo con la intención de protestar por la delicada situación económica y por los escándalos de corrupción destapados en la estatal Petrobras.

Por ese caso son investigadas veinte grandes empresas del país, pero también medio centenar de políticos, en su mayoría de la base parlamentaria que apoya a Rousseff, lo cual ha puesto en tensión las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento.

Algunos sectores minoritarios entre los que han convocado las protestas para el domingo incluso propusieron que la mandataria sea sometida a un juicio político con miras a su posible destitución.

En la misma línea, la presidenta publicó hoy en su cuenta de Facebook una carta dirigida a los brasileños. “No se queden inseguros, ni preocupados. Esta es una situación temporal de dificultades.

Ella va a pasar, y va a pasar rápido. Nosotros, incluso delante de esta travesía, no cederemos los programas sociales como el ‘Mi casa, mi vida’ y el ‘Más médicos’”, aseguró.

Al mismo tiempo indicó que es necesario “comprender el gran esfuerzo del gobierno” que trabaja “día y noche, incansablemente, para que esta travesía sea la más breve posible”.

«No concordamos con medidas que lleven al caos del gobierno, de los estados y de los municipios. Quiero aprovechar para hacer un llamado a los brasileños: vamos a repudiar el ‘vale-todo’ para afectar a cualquier gobierno, sea federal, regional o municipal», agregó.

Según la presidenta, tomar o adherir a acciones tendientes únicamente a debilitar al gobierno es «apostar al ‘cuanto peor, mejor'». «¿(Pero) mejor para quién? Esa es la pregunta. Es peor para la población, es peor para el pueblo. Es peor para todos nosotros», resaltó.

En el mismo tono, el vicepresidente, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), dijo que Brasil corre el riesgo de caer en una crisis como la griega al hablar ante Rousseff, y el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, quienes buscan superar los problemas de la economía.

Temer recordó que la semana pasada el Congreso aprobó una serie de «proyectos bomba» que podrían derribar el programa de ajuste diseñado por Levy para reencauzar la economía mediante el recorte de gastos públicos. «La pauta que está aplicando el Congreso podría transformar al país en una Grecia», alertó el vicepresidente al explicar por qué hizo un llamado a la unidad nacional la semana pasada.

Temer intervino durante una reunión extraordinaria del gabinete que concluyó anoche en el Palacio de Alvorada, residencia presidencial, y fue el primer funcionario que habló en la reunión convocada por Rousseff.

Luego de la reunión, el ministro de Comunicaciones, Edinho Silva, dijo a periodistas que Rousseff continuará al frente de su cargo y señaló: «No estamos negando que haya dificultades, las reconocemos, pero decimos que serán superadas con el diálogo, la política es el arte de dialogar».

«La presidenta fue elegida para cumplir cuatro años de mandato, Brasil es un ejemplo de democracia en el mundo, la presidenta va a cumplir su mandato», aseguró el funcionario.

Por otro lado, subrayó que Rousseff «es optimista respecto de la capacidad de la economía para responder en un corto tiempo a este momento de dificultades», al referirse a la recesión que afecta al país.

Roussef cenará hoy con algunos senadores de su partido y del PMDB para diseñar una agenda legislativa de corto plazo. También se habla de encuentros con los movimientos sociales donde hay descontento ante el aumento de la desocupación, que está en el 8,1 por ciento.