Tarifas de luz: como están ahora y como podrían quedar

Entre el viernes y el lunes a más tardar el ministro de Energía, Juan José Aranguren, anunciaría las nuevas tarifas eléctricas que comenzaran a regir para los consumidores a partir de febrero. La primera etapa del ajuste fue la publicación de la resolución 6/2016 en el Boletín Oficial que contempla subas en los precios mayoristas de la energía eléctrica que tendrán un impacto directo en la factura de luz de los usuarios de todo el país en el próximo mes. La norma establece el nuevo esquema de «Reprogramación Trimestral Definitiva» que abarca los meses de febrero- abril de 2016 con aumentos de más de 350% para la energía de generación. Resta aún fijar incrementos en la distribución, con el consiguiente impacto sobre las facturas que reciben los usuarios. Estos anuncios y el esquema tarifario es lo que se conocerá en los próximos días.

De acuerdo a las distribuidoras, aún resta que el ENRE (el organismo encargado en elaborar los cuadros tarifarios) termine de confeccionar los nuevos valores. Cabe indicar que en principio habrá tarifas diferentes: clientes de consumo pleno (es decir que no ahorran); quiénes ahorran entre un 10 y 20%, ahorro superior al 20%, los beneficiarios de tarifa social y para las Grandes Empresas.

La resolución precisa que habrá una tarifa social gratuita para los usuarios que demanden menos de 150 kilovatios mensuales. Dentro de las personas que abarca la tarifa social se encuentran los beneficiarios de la asignación universal por hijo (AUH); jubilados (resta definir a quienes se exceptuará) y electrodependientes, entre otros.

«En principio se duplicaría la cantidad de beneficiarios abarcados por la tarifa social», precisó una fuente oficial.

El nuevo cuadro para los clientes residenciales que registren un ahorro respecto al 2015 será: en horas de pico el precio se ubicará en $ 251,39 por megavatio hora; en las horas restantes $ 247,09 por megavatio hora; y en horas de valle $ 242,26 por megavatio hora.

En tanto, para los usuarios residenciales que hayan reducido su consumo mensual en más de 20% en comparación con el mismo mes del año pasado, los precios de referencia serán: en horas de pico $ 201,39 por megavatio hora; en horas restantes $ 197,09 por megavatio hora; y en horas de valle $ 192,26 por megavatio hora.

En tanto, para el consumo mensual excedente de 150 kilovatios por mes y siempre que el consumo mensual total sea menos o igual al registrado en el mismo mes del año 2015, los precios de referencia de la energía serán: en horas de pico de $ 31,39 por megavatio hora; en horas restantes $ 27,09 por megavatio hora; y en horas de valle $ 22,26 por megavatio hora.

Para el consumo mensual excedente de 150 kilovatios por mes y hasta 300 kilovatios por mes, y si el consumo mensual total es mayor al registrado en el mismo mes del año 2015, los precios de referencia de la energía serán: en horas de pico de $ 321,39 por megavatio hora; en horas restantes $ 317,09 por megavatio hora; y en horas de valle $ 312,26 por megavatio hora.

En el área metropolitana, más de 2 millones de clientes pagan un peso por día, es decir 60 pesos por bimestre, según señalan fuentes oficiales. De esta forma, apuntan, en el Gran Buenos Aires se llega a pagar la luz siete veces menos que en algunas provincias del interior.

En la Ciudad de Buenos Aires, Edenor cobra $ 54,70 (sin impuestos) y Edesur $ 55,10 por 500 kwH, precio muy inferior al de otra provincias. En Córdoba por el contrario, es la provincia que más paga bimestralmente por igual consumo: $ 373.Precisamente la intención de las autoridades es ir equiparando las tarifas del conurbano con el resto del país.

La ventaja, sostienen, es que se parte de niveles tan bajos que aunque los aumentos sean porcentualmente importantes, igual los valores absolutos podrían ser afrontados por los consumidores. Citan como ejemplo que «un incremento del 300% en para los que hoy pagan 1 peso por día llevaría la tarifa bimestral a 240 pesos, el valor de dos pizas».

Los subsidios totales aumentaron de 1,4% del PBI en 2006 a 5% el año pasado, según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, y la mayor parte – el 70% – fueron destinados a energía. El trabajo señala además que las compensaciones beneficiaron más a los hogares de ingresos medios y altos que a los sectores de menores ingresos.

Críticas

Por su parte, la fundación FIEL dio a conocer un parte de prensa en el que analiza con críticas la nueva medida. Sostiene que en un primer análisis de la lectura de la Resolución, «consideramos que el Plan Estimulo constituye, a pesar de las buenas intenciones de incentivar el ahorro de energía, un error de diseño que lleva a un exceso de diferenciación tarifaria de dudosa efectividad respecto a sus objetivos (por la contingencia de los shocks de temperatura) y que agrega una innecesaria opacidad a los precios del sistema que efectivamente pagan los usuarios».

Al respecto, FIEL entiende que «no existe evidencia bien fundamentada empíricamente, en el país o en el exterior, que avale la adopción de este programa y la sensación es que la nueva administración extendió a los precios de la energía eléctrica el error de diseño implementado por la anterior administración en el sector de gas natural».

En cuanto al programa de Tarifa Social, la fundación sostiene que «resulta un gran avance respecto a las prácticas de la gestión anterior en varias dimensiones que van desde objetivos, manejo de bases de datos y autoridad de aplicación y control, pero las dudas que subsisten sobre su diseño, efectividad e incidencia distributiva».

Los resultados indican que la Resolución 6/2016, según FIEL, va a tener un impacto muy significativo sobre los subsidios, del orden de los 3400 millones de dólares corrientes o, de modo equivalente, un valor cercano al 0.7% del PIB. Este es un límite inferior si otros cambios de la Resolución, como el mayor cumplimiento de los atrasos con CAMMESA por parte de agentes del mercado, pueden llevarse a cabo rápidamente. «Pero el efecto neto de la Resolución – advierte – una vez que se tiene en cuenta la devaluación de Diciembre de 2015 (que aumentó los subsidios en 400 millones de dólares) y el posible aumento en el precio del gas que paga el sector eléctrico (que agrega otros 1100 millones de dólares) se reduce al entorno de los 2000 millones de dólares o 0.4% del PIB».

Por estas razones FIEL concluye que «los órdenes de magnitud de las reducciones de subsidios simuladas en este ejercicio confirman el enfoque gradualista hacia la eliminación de subsidios adoptado por parte de la nueva administración».