Testigos complicaron a los acusados del crimen de las mochileras mendocinas

AL MENOS SEIS TESTIGOS COMPLICARON A ALBERTO SEGUNDO MINA PONCE Y AURELIO EDUARDO RODRÍGUEZ, SEÑALADOS COMO LOS AUTORES DEL CRIMEN DE MARÍA JOSÉ CONI Y MARINA MENEGAZZO, OCURRIDO EN FEBRERO EN LA LOCALIDAD ECUATORIANA DE MONTAÑITA.

Al menos seis testigos que declararon en la segunda jornada del juicio por el doble crimen de María José Coni y Marina Menegazzo, las turistas mendocinas asesinadas en febrero mientras estaban de vacaciones en la localidad ecuatoriana de Montañita, complicaron a los dos acusados del caso, informaron fuentes judiciales.

En la segunda jornada del debate hubo varios testimonios que ubicaron a Alberto Segundo Mina Ponce (33) y Aurelio Eduardo Rodríguez (39) en la escena del crimen y uno de los peritos colombianos que realizó la reconstrucción del hecho mostró el archivo fotográfico de los lugares donde estuvieron las víctimas.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la audiencia comenzó esta mañana en la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santa Elena ubicada en la ciudadela Santa Paula de la ciudad de Salinas, donde los imputados son juzgados como autor y coautor, respectivamente, de «doble homicidio agravado», aunque ellos están siguiendo el debate desde la cárcel a través de una videoconferencia.

«Exigimos que cuando los imputados declaren lo hagan en la sala y no a ciento setenta kilómetros de distancia, espero que los jueces entiendan lo importante de esto», indicó Osiris Sánchez, abogado de las familias de las víctimas.

Entre los testimonios más importantes de la audiencia se destacó el de una mujer que vio a Mina Ponce empujar bultos con un triciclo que le había pedido a un vecino suyo, quien declaró que se lo había prestado.

Una empleada de la comuna de Montañita dijo que un día después de la desaparición de las turistas el acusado le solicitó «fundas de basura», las cuales finalmente se las entregó la secretaria de la comuna que también estuvo frente al tribunal.

Además, la propietaria del bar conocida como «La Abogadita» declaró que Mina Ponce y «El Rojo» contactaron a las chicas el 22 de febrero a la noche y que luego los vio irse a los cuatro caminando.
De acuerdo a los voceros, un taxista aseguró que llevó a Rodríguez, a «Majo» (22) y a Marina (21) hasta la casa de Mina Ponce.

Por último, José Lugo, perito de Colombia, exhibió hoy mediante fotografías los escenarios en los que estuvieron: El último hostel donde estuvieron alojadas, el bar conocido como «La Abogadita» (así le dicen a la propietaria del negocio), el quiosco donde compraron gaseosas con «El Rojo», la casa de Mina Ponce y el lugar de hallazgo de los cadáveres.

El tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 11 (hora Argentina) cuando continúen con los testigos propuestos por la fiscal María Coloma.

En esta jornada testificaron siete de los 50 convocados por la fiscal María Coloma, tres de los cuales fueron los policías que detuvieron a los acusados, dos peritos de la Unidad de Criminalística de la Policía que efectuó el reconocimiento del lugar de los hechos y el levantamiento de evidencias en la casa de Mina Ponce y otro efectivo que inspeccionó el lugar.

«La situación de ellos no ha mejorado, seguimos viendo que lo que nosotros sostuvimos desde un primer momento se va cumpliendo con las pruebas ofrecidas por la fiscalía», aseguró el abogado Sánchez.

Para los investigadores, el móvil del doble crimen fue «sexual» y Rodríguez está imputado como coautor porque fue el que las engañó para llevarlas a la casa de Mina Ponce, quien finalmente las mató.

Los cuerpos de Marina y María José fueron encontrados envueltos en plástico y con cinta de embalar en una zona de vegetación próxima a las playas de Montañita, a unos 200 kilómetros de Guayaquil, en Ecuador, el jueves 25 y el sábado 27 de febrero, respectivamente.

Las chicas habían tenido su último contacto telefónico con sus familiares el lunes 22 de febrero y planeaban regresar a Argentina cuatro días después.

Luego de diferentes peritajes científicos con muestras de ADN y el cotejo de huellas dactilares, la Fiscalía ecuatoriana confirmó que los cuerpos pertenecían a las dos turistas mendocinas.
En esos estudios también brindaron su asistencia peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) que viajaron especialmente a Guayaquil.

Según la autopsia, Menegazzo tenía un puntazo en el cuello que le rompió la médula y le causó la muerte casi en el acto, aunque también recibió varios golpes en el cráneo.

Coni, por su parte, presentaba muchos golpes en la cabeza provocados con un elemento contundente, un hematoma en una pierna, un dedo en el pie quebrado y marcas en las manos como signos de defensa.