Un bandoneonazo por Pichuco

Detrás, el mediodía del lunes entregaba una postal 100% porteña, con el Obelisco de fondo y unos 50 bandoneonistas dando el puntapié inicial de los mil y un homenajes que tendrá estos días, con motivo del centenario de su nacimiento, el inolvidable Aníbal Troilo, destaca Tiempo Argentino.

El frío no entorpeció los dedos de los músicos ni el entusiasmo de los cientos de transeúntes y turistas que los aplaudieron durante largo rato, atraídos por el sonido de los fueyes, en el Pasaje Piazzolla, ese tramo de la Diagonal Norte que va de Cerrito y Libertad.

Siguieron la milonga «La trampera» y el vals «Romance de Barrio», obras escogidas del repertorio del «Gordo», en la que fue acaso la mejor apertura posible de una semana (y algunos días más) a puro Troilo, porque contó con varios de los mejores bandoneonistas del país –además de Garello, estuvieron Daniel Binelli, Walter Ríos, Alberto Garralda, Carla Algeri y Norberto Bogel, entre otros. Al menos tres generaciones de bandoneonistas tocaron juntas, incluyendo las figuras consagradas y hasta una jovencita que tocó en primera fila.

Lisette Grosso se llama esta cordobesa de 14 años, que le hace honor a su apellido, porque fue «bendecida» hace cinco años por el recordado Rubén Juárez y tiene a Raúl Lavié como padrino artístico: «Como soy de Córdoba –señaló Lisette–, vine a encontrarme con amigos como José Colángelo y Horacio Ferrer, y cuando me enteré del encuentro dije: ‘Quiero ir, más si es para recordar a Pichuco’.

«Lo conozco por sus discos y por otros maestros que tocaron con él. Admiro mucho su música y la manera expresar lo que sentía a través de ella. Pichuco nació con algo que, no sé cómo llamarlo, una luz o un algo que hizo que fuera así, un referente del tango. Estoy segura de que estaría muy feliz con este reconocimiento.»

Por si los 50 bandoneones parecieran pocos –de hecho, el Ministerio de Cultura porteño había anunciado cien–, también se sentó a tocar Francisco Torné, el nieto de Zita Troilo y Pichuco, que además llevó el histórico bandoneón de Troilo que actualmente se exhibe en el Museo del Tango, y que pocos se resistieron a fotografiar, a pesar del estado delicadísimo en que se encuentra.

«Hay nuevas promesas del tango que demuestran que el tango está más vivo que nunca, a pesar de los agoreros que siempre lo están matando», señaló Torné. Fue, entonces, el primero de los homenajes que se vienen, todos ellos de carácter «imperdible».

Hoy mismo, en la Usina del Arte se proyectará la película Los guardianes del ángel, y la Orquesta de Tango de la Ciudad, dirigida por los maestros Garello, Néstor Marconi y Juan Carlos Cuacci, anticipará el repertorio de la presentación que harán el lunes en el Teatro Colón, con entrada gratuita. Otros actos se enmarcan en el homenaje Pichuco x 100: Aníbal Troilo 1914-2014, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación, junto al Plan Nacional Igualdad Cultural.

El viernes, en el otrora salón de baile del Palais de Glace (Posadas 1725) se realizará la Milonga Troilo x 100, a cargo del Quinteto Real y la Orquesta Típica Fernández Fierro. Allí además se exhibirá una colección de 20 bandoneones, síntesis de la historia y evolución del instrumento (entre ellos, el bandoneón nacional Fischer, presentado en 2013 en Tecnópolis y probado con gran aceptación por los grandes intérpretes).