Un fanático de las armas fue el autor de la masacre en EEUU

El hombre armado que irrumpió el jueves en unauniversidad en el suroeste de Oregón y abrió fuego, matando a nueve personas e hiriendo a otras siete, antes de ser abatido por la policía, fue identificado como Chris Harper Mercer, de 26 años.

Aunque las autoridades locales se negaron a confirmarlo oficialmente, las cadenas de televisión CBS, CNN y NBC aseguraron que fue el autor del episodio más reciente de asesinatos masivos en centros educativos de Estados Unidos. Según relatos de testigos, preguntó a cada alumno qué religión profesaba antes de disparar.

El sospechoso, que los testigos dicen realizó decenas de disparos en una sala llena de estudiantes, murió durante un intercambio de disparos con la policía en el salón Snyder, en la universidad Umpqua de Roseburg luego de la masacre.

Mercer, de padre caucásico y madre afroamericana y nacido en el Reino Unido, se había trasladado a Oregón desde Torrance, en la vecina California.

La CBS entrevistó a un vecino del sospechoso (muerto a manos de la policía), quien le describió como «poco amigable», al detallar que por las noches «se sentaba solo en el balcón en medio de la oscuridad con muy poca luz».

El vecino también dijo que pudo oír a la madre de Mercer, que vivía con él, llorar desesperadamente después de que tuviese lugar el tiroteo y de que Mercer falleciera.

En su página de My Space incluye fotografías en las que aparece sosteniendo un rifle y comentarios quesugieren cierta fascinación por el Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Fuentes de la investigación también indicaron a CBS que en el lugar del tiroteo se encontraron tres pistolas y un rifle. El tiroteo tuvo lugar en el centro de estudios superiores Umpqua Community College, de Roseburg (Oregón)

La masacre en Roseburg es la más reciente de una serie de tiroteos en centros educativos, salas de cine, bases militares e iglesias de Estados Unidos en los últimos años.

Las muertes han motivado demandas por un mayor control de las armas en el país, donde la Segunda Enmienda de la Constitución protege el derecho a poseerlas, y un mejor cuidado de quienes padecen enfermedades mentales.

El presidente Barack Obama, quien habló pocas horas después del ataque, dijo que los asesinatos masivos deberían motivar a los estadounidenses para que exijan a los funcionarios electos un mayor control de las armas.

«De alguna manera, esto se ha vuelto una rutina», dijo visiblemente molesto y conmovido. «Las informaciones son una rutina. Mi respuesta aquí, en este podio, termina siendo una rutina (…) Nos hemos vuelto insensibles a esto», agregó.